El buscador místico

Busca en el blog:

Búsqueda personalizada

Hechizo con la meditación de los cuatro elementos

Published by Buscador under , , on 6:50

Hechizo con la meditación de los cuatro elementos

Estas meditaciones son parte de la formación de todas las brujas(os). Después de experimentar la energía de cada elemento por separado, se les enseña a combinarlos a disposición del círculo en la misma meditación.


Meditación de Aire

Quédese de frente para el lado Este.

Concéntrese.

Respire profundamente y tórnese consiente del aire en cuanto esté fluya para adentro y fuera de sus pulmones. Sienta cómo el soplo de la Diosa absorbe la fuerza vital, la respiración, el universo.

Deje que su propia respiración se incorpore al viento, las nubes, las grandes corrientes que se barren por el campo, el océano con el movimiento de la tierra.

Diga:

“Salve Árida, iluminada señora del aire!”

Meditación de Fuego

Quédese de frente para el lado Sur.

Concéntrese.

Tórnese consiente de la “chispa eléctrica” dentro de cada impulsos nervioso, mientras inspira una sensación de calidez del fuego.

Tome conciencia de la combustión dentro de cada célula, mientras esta se quema libera energía.

Deje que su fuego se una a la llama de la vela, el fuego de la chimenea, el rayo, la luz de las estrellas y el sol, junto con el espíritu positivo de la Diosa.

Diga:

“Salve Tara, la Diosa del fuego!”

Meditación del Agua:

Quédese de frente para el lado Oeste.

Concéntrese.

Sienta la sangre que fluye por sus venas, los ríos, las mareas líquidas dentro de cada célula de su cuerpo.

Usted es líquido, una gota congelada en el océano que es la matriz original de la Gran Madre.

Descubra los lagos tranquilos en su interior, los ríos de sentimiento, las corrientes de poder.

Enfunde profundamente en su mente interna, por debajo del nivel de su conciencia.

Diga:

“Salve Tiamat, diosa serpiente de las profundidades del mar!”

Meditación de La Tierra

Quédese de frente para el lado Norte.

Concéntrese.

Sienta sus huesos, su esqueleto, la solidez de su cuerpo.

Toma conciencia de su cuerpo, de todo lo que pueda tocar y sentir.

Sienta la fuerza de la gravedad, de su propio peso, su atracción por la tierra, que es el cuerpo de la Diosa.

Usted es un trazo natural, una montaña en movimiento.

Únase a todo que viene de la tierra: hierbas, granos, árboles, frutas, flores, animales, metales y piedras preciosas.

Regrese al polvo, a la materia orgánica.

Diga:

“Salve Belili, madre de las montañas!”

Ahora cierre los ojos, respira hondo y trata de no pensar en nada durante unos segundos, relájese!

0 comentarios :

Publicar un comentario