Cuando Desees Cambiar a Alguien: David Hernández

¿Cuántas veces hemos deseado cambiar alguien, pensando que ese cambio va a mejorar el estado personal de esa persona? Buscamos en ocasiones intervenir en la vida de los demás, creyendo que nuestro punto de vista, estilo de vida, nuestras creencias podrían resultarle mejor que la que ellos tienen. Buscamos cambiar a los demás en la medida que nosotros creemos que lo nuestro es mejor. Tal vez, tengas razón, pero te has detenido alguna vez a mirarte de cerca y ver si eso que persigues en cambiar en los demás, realmente te corresponde.


Cualquier cambio que deseamos lograr en los demás, tiene que nacer e iniciarse en nosotros. El compromiso de cambiar a los demás significa que debemos comenzar con el cambio nuestro, y parte de ese cambio tiene que ver con aceptarnos a nosotros mismos, con nuestras virtudes y defectos. Descubrir quienes somos realmente.

Cada lección que atravesamos en la vida tiene un propósito. El comportamiento, los vicios, las debilidades que uno u otros puedan reflejar tienen una explicación astrológica, que al descubrirlas y crear conciencia de lo que es, comienza el proceso de cancelación de ese comportamiento. La astrología nos permite ver hasta lo más íntimo de nuestra personalidad y descubrir quienes somos. Cuando iniciamos ese primer proceso en la consulta nos permite aceptarnos como somos, sin la necesidad de sentirnos culpables por lo que somos.

El segundo proceso es uno de liberación, pues ahora entiendes el porque eres como eres, y como consecuencia de ese descubrimiento, aprendes aceptar a los demás. Te das cuenta que las faltas o el estilo de vida que el otro pueda llevar podría encerrar unas lecciones muy propias para esa persona y tu intervención en cambiar esas lecciones no te corresponden.

Un ejemplo es la madre que desea cambiar el estado depresivo de un hijo o la falta de voluntad en perseguir sus sueños. Si evaluamos a la madre o el entorno familiar, es probable que encontremos esos estados de ánimos reflejados en algún familiar o en la madre. Si ese cambio no se da primero en ese “agente provocador,” por mas esfuerzo que hagamos, el cambio no se dará, al menos que se descubra, a través de la astrología, eso que motivo el estado de ánimo. La lección entonces estaría en la madre y en ella descubrir que dándose el cambio en ella logra cambiar al hijo.

Cuando sientas la necesidad de cambiar a alguien, pregúntate; ¿Qué es lo que estoy reflejando en él, que debo cambiar yo?

 David Hernández

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