lunes, 25 de enero de 2010

Predicciones de El Espectador Leo. ¿Sabrá agradecer? en 2010

Para Leo, el 2010 viene con sus dulzuras. Estará enamorado de los otros, de las flores, de sí mismo, de los cielos y cantará en las mañanas bajo la ducha y le pedirá deseos al arco iris. Tratará de disimularlo pero será difícil porque los desconocidos se lo encontrarán en cafetines de barrio y almacenes de segunda, comprando los antiguos ejemplares de novelas del siglo XIX.

Leerá folletines y le rendirá un homenaje a Corín Tellado. En ocasiones, será ridículo y pegajoso pero Leo será el que es. Sin tapujos ni limitaciones, recibirá los dones del amor en un año que se viste de frío y quietud en su comienzo.

Es hacia mediados de marzo, cuando llegue el equinoccio y la tierra cambie de ropaje, que Leo sabrá que ha empezado un nuevo ciclo. Respirará con amplitud y reconocerá cuáles romances han llegado para quedarse.

Eso sí, todo el año, Leo se desvivirá entre galanteos, guiños, invitaciones y escondites pasionales que no sabrá cómo conciliar las agendas de negocios y los ascensos profesionales.

Pasional hasta los tuétanos, Leo se dejará seducir por lo bello, lo inteligente y lo creativo. Buscará rodearse de quienes puedan ofrecerle aún más de su bienaventuranza.

No se creerá serio ni equilibrado, intentará gozar cada paso porque se sabe mortal, se sabe en el instante y se sabe, sobre todo, dispuesto a vivir con intensidad. Leo será grande en el 2010, rugirá como el león y avanzará con fuerza hacia lo propuesto.

Signo de fortuna, irá de oficina en oficina estableciendo cronogramas y exigiendo lo que otros no quieren dar. Reconocerá en los otros el talento, el empuje y la colaboración y, sin dudarlo, coordinará las acciones que harán de este planeta algo mejor, más justo, más equitativo.

Desde la influencia de los planetas con Júpiter a 120 grados y Saturno en sextil, para Leo el 2010 debe ser el año de los amores, de las pasiones y de las entregas. Cada trimestre mostrará una faceta, cada mes dirá cómo envolver los deseos en celofán y ofrecérselos a otros para su disfrute.

Podrá pisar territorios sagrados pero no dejará que nadie se meta en su cocina porque Leo, signo de regencia y mando, sabrá cómo hacer de cuatro ingredientes un manjar.

Será cocinero, será maestro de ceremonias y será director de sus amores y de sus contiendas. Más que eso, el 2010 le regala a Leo el don de la creatividad.

Y es en este lugar, propio, único, real, dónde se sentirá dueño de sí y se arrodillará ante los dioses de todos los tiempos para agradecer desde lo más profundo de su ser. Leo será grandioso en el 2010. ¿Quién quiere estar lejos de él?

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