Ochún madre dulcísima,
reina de la belleza,
dueña del oro,
que en las dulces aguas de ríos
y arroyos empapas tu hermosa piel;
a ti te ofrezco esta copa de licor con todo respeto y amor,
para que tu madre mía,
me concedas la riqueza material que me traiga paz y prosperidad,
a mi y a todos mis seres queridos.
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