Domingo 23 de enero
Un día relajado comienza porque tu mismo actúes, te muevas y hables a otro ritmo. Cuando te puedas ver haciendo cosas sin pensar, de forma automática, o imprimiéndole una velocidad no requerida a tus asuntos, pon pausa y respira. De esa paz nace la felicidad de la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario