EL ANILLO Y LA PULSERA DEL OM MANI PADME HUM ALFONSO LEÓN
Estos son dos protectores personales; es decir, nadie debe tocarlos además de ti. Están consagrados para protegerte de todo lo que quiera interferir con tu energía. Deben ser de plata, pues este elemento posee una gran barrera energética que no puede ser atravesada por ninguna fuerza de envidia, celos o malas intenciones.
Puedes llevarlos en cualquiera de tus manos. Se limpian con sal marina gruesa, sin agua. Debes enterrarlos en esa sal y dejarlos allí toda la noche. Al colocártelos debes consagrarlos rodeando tu mano con incienso de sándalo y repitiendo este mismo mantra nueve veces. Si el anillo o la pulsera se ponen negros o se rompen, es porque han absorbido una energía que iba a perjudicarte. De romperse, debes botarlo.
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