Las Lunas de Fuego según los clásicos

Hace mil años, Alí Ben Ragel compiló todo el saber astrológico que se había acumulado hasta entonces en una obra titulada El Libro Conplido en los Iudizios de las Estrellas. En este tratado, el astrólogo medieval expone de modo detallado conceptos clásicos y tradicionales de Astrología de todos los tiempos y culturas, desde los efectos de la posición del Sol en cada uno de los decanatos de los doce signos, hasta el Parte de Fortuna (básico para los antiguos por la determinación que para ellos tenía acerca de la suerte del nativo), cuestiones de Astrología Horaria (la rama más puramente adivinatoria de la Astrología, basada en el levantamiento de una carta natal para una pregunta concreta) o algo tan básico como la posición de la Luna por signo, y la influencia que esto tenía sobre la personalidad y el carácter.
Me resulta sorprendente la correspondencia entre lo que este astrólogo árabe escribió sobre las Lunas en el siglo XI y lo que veo en muchas personas que conozco. Esta increíble correspondencia en muchos de los casos que conozco me ha forzado a reproducir lo que el Libro Conplido dice sobre las Lunas, y voy a empezar por las tres Lunas de Fuego, la Luna en Aries, Leo y Sagitario. Juzgad vosotros hasta qué punto hay similitud o no entre lo que se expone en esta obra (insisto, con más de 1000 años de antigüedad) y las personas que conozcáis con estas Lunas, incluidos vosotros mismos.

Es importante reseñar que Alí Ben Ragel utiliza la imagen del Rey como equivalente al individuo, por lo que cuando se dice que la Luna en Aries representa al Rey corpulento, en realidad habla del nativo con esta Luna. La concepción del Rey como padre del pueblo estaba muy marcada en la Edad Media, dada su condición de vicario de Dios en el mundo, por lo que la figura real se utiliza como icono para hacer cualquier referencia al hombre ideal perteneciente a cada una de las Lunas.

LUNA EN ARIES: cuando la Luna está en todas las partes de Aries, es rey alto, corpulento, de gran poder, cuerpo hermoso y perfecto, apuesta apariencia y temido. Esa corpulencia de la que habla el sabio, y el físico cultivado es algo que he visto incluso en mujeres con Luna en Aries.

LUNA EN LEO: cuando la Luna está en todas las partes de Leo, es rey por haber sido un noble coronado, le desprecia su gente y sus pueblos, mandan y prohíben en su reino sin su consentimiento y hacen lo que quieren sin seguir su mandato. Creo que esto concuerda bastante con la sensación de muchas Lunas en Leo de sentirse despreciadas, ignoradas, y la extrema sensibilidad que poseen ante cualquier gesto de que los demás no les respetan o no les tienen en cuenta.

LUNA EN SAGITARIO: en las partes de Sagitario, es rey coronado muy necio, no piensa ninguna cosa ni distingue lo que es bueno o malo para él, ni cuida de su reino ni de su pueblo. la inconsciencia y el idealismo desproporcionado de muchos de estos nativos, sobre todo de los más jóvenes, con poco discernimiento acerca de lo que les conviene, me parecen elementos de similitud estremecedores.


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Publicado por Rafa Cañete