Chi Kung es el arte de dominar la propia energía

La sabiduría milenaria china concibe al universo y a los seres humanos como portadores de una fuerza energética que recibe el nombre de “chi”. Este es el aliento vital, o prana según el hinduismo, que se origina en el cuerpo y a través de él es capaz de ser transformado. El ideograma chino kung significa "trabajo, técnica o arte". Por lo tanto, el Chi Kung trabaja con la circulación de la energía vital por los canales y meridianos del cuerpo.




Las referencias históricas más antiguas de este arte datan aproximadamente de 3000 años, aunque posiblemente su práctica se desarrollara con anterioridad entre los hombres que, en períodos de guerra, buscaban acrecentar su rendimiento en el combate. De acuerdo con los preceptos budistas y taoístas, la finalidad consiste en alcanzar la iluminación.



Los representantes del Instituto Bodhidharma explican que la serie de movimientos y ejercicios de respiración se orientan a cultivar los llamados “tres tesoros”: la energía vital, la esencia y el espíritu.



Cuando la postura corporal no es correcta, el flujo de chi no es constante. Como consecuencia, la mente no está en paz. En cuanto a la respiración, ésta debe ser lenta y sincronizada con los movimientos para lograr un mayor control sobre la mente, que es la encargada de dirigir la energía vital por todo el cuerpo.



Los beneficios del Chi Kung radican en el desbloqueo de las energías vitales que obstruyen el organismo y producen enfermedades tanto físicas como emocionales. Tal es así que esta práctica no solamente es una herramienta para sanar el cuerpo, sino que además posee fines preventivos.




No hace mucho tiempo, la medicina occidental ha comenzado a reconocer que las artes marciales, la meditación y los ejercicios de relajación propician la oxigenación de la sangre, mejoran la circulación y permiten adquirir flexibilidad y elasticidad a nivel de las articulaciones.

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