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Brujería negra contra blanca, una realidad: Chamán

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A pesar del gran número de charlatanes, el chamán Luis Marthen reconoció que existen quienes realmente conocen de estas artes en ambos bandos y se enfrentan bajo su propio riesgo
Catemaco, Veracruz.- (AVC/) Los brujos dedicados a hacer el mal a las personas por encargo de terceros tienen enemigos igual o más fuertes que ellos. Se trata de los chamanes y curanderos, conocedores de la llamada magia blanca, la herbolaria y ciencias ocultas, a quienes suelen recurrir víctimas de alguna brujería.


Con más de 40 años de experiencia, el chamán Luis Marthen Torres, reconoce que en los últimos años se ha disparado el número de brujos en Catemaco, y aunque en su mayoría son charlatanes, hay unos cuantos que realmente conocen de las artes oscuras y viven de hacer el mal a las personas, dirigiéndoles enfermedades, pidiendo a algún demonio porque les vaya mal en su trabajo, pierdan al ser amado o incluso mueran de forma violenta.

Por su casa han pasado en busca de ayuda desde políticos, acaudalados prominentes, indígenas y extranjeros hasta científicos y doctores que se supone rechazan este tipo de prácticas.

“Yo desbarato el mal que hacen otros, aquí hay muchos de ellos” -asegura el chamán-: “No es tan fácil desbaratar lo que un brujo negro hace, nada bueno le espera a un curandero desbaratar lo que hizo un hechicero, son peligrosos, yo me enfrento a ellos”.

Pese a ello, y por tener de vecinos a varios, su relación con los brujos negros es respetuosa, “a mí me dan mi lugar y yo les doy el suyo”, no obstante, reitera que tiene la contra a la maldad que aquellos lleguen a hacer.

La familia de Luis Marthen es heredera de la étnica Olmeaca, una de las más antiguas del país, y con una larga tradición en el conocimiento de la herbolaria, el cual está trasmitiendo actualmente a sus hijos y sobrinos.

Relata que desde muy joven inició su aprendizaje como curandero, cuando accedió a un antiguo y extraño libro propiedad de su abuela en donde, asegura, a través de ciencias ocultas, se esclarecen muchos secretos y misterios.

Evita ahondar más en ese asunto limitándose a decir: “En este caso todo es difícil, hay que nacer para esto, hay que se indiciado, haber nacido en un día especial, con ciertas líneas en la mano derecha y la izquierda”.

Reconoce que en su juventud, mientras aprendía, llegó a hacer “travesuras” en el estilo de quienes hacen el mal, sin embargo, al darse cuenta de las trágicas muertes que pueden tener “los malos”, se arrepintió y decidió “hacer el bien”.

Para ello, recurre a los aromas de las hierbas, al uso de talismanes, amuletos, monedas, a la lectura de distintos tipos de cartas y también a acciones propias de la astrología, muy propia de Los Tuxtlas, en donde a decir de los lugareños, se cuenta con mucha “energía cósmica”.

Sin embargo, para Luis Marthen, el mayor poder de una persona se encuentra en la mente. “La mente es muy grande, es muy inmensa, es muy fuete, y la mente tiene ojos, porque con ella se puede ver, y quien domina la mente puede ser muchas cosas, da un don de dominar y convencer”.

Y acaso por eso es la mente su principal activo a la hora de atender a las escasas personas que verdaderamente tienen un mal.

“Nosotros no somos hechiceros que hagamos brujería o que sacrifiquemos a seres humanos o animales, nosotros desbaratamos todo eso, por eso nosotros los curanderos no nos llevamos con los brujos malos que le hacen mal a la gente, esos se ensañan con una persona y la dañan y la matan, yo tengo el poder para desbaratar eso, impido que lo maten, que lo dañen o les suceda algo malo”.

-¿Y a donde se va toda esa maldad?

-Yo la desbarato, lo hago con palabras que dijo Dios uso cuando le saco un demonio a un enfermo y lo metió a unos cerdos que se fueron a un barranco, son palabras de él, también recurrimos a las palabras de Jesucristo cuando fue tentado por Luzbel a quien hoy decimos El Diablo, Lucifer, Satanás, tiene muchos nombres.

“Entonces he logrado, y no estoy hablando de más, de cierta manera a mí El Diablo me obedece porque lo obligó a que libere a la gente”.

- ¿A usted le ha tocado perder alguna vez?
-No, hasta ahorita no me ha tocado perder, he vencido a varios curanderos. Algunos de ellos que van a hacer una misa negra ya no regresan, ahí se quedan, porque son trampas y luego ellos mismos caen y hacerle mal a alguien está prohibido por Dios.
Williams Cortez

www.hoyveracruz.com.mx

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