Numerología: el 2014 será un año de “la gran siete”

La suma de sus cuatro dígitos da como resultado 7, magnitud que invita a la reflexión e indica un tiempo de siembra. ¿Qué energías nos depara?
Con cada cambio de calendario también se modifica la vibración numérica. La adición de las cuatro cifras que señala cada período de doce meses supone un panorama distinto tanto en lo general como en lo particular.


En tal caso, si se suman los cuatro números que conforman el 2014 el resultado es 7 (2 + 0 + 1 + 4), un número mágico y ligado a distintos procesos de la vida.

Según el Génesis, el mundo fue creado en siete días. Siete los días que tiene la semana, la notas musicales y los colores del arco iris, entre otras “coincidencias numéricas”. Ahora, ¿qué implica estar influenciados por el siete?

Bajo tu influencia

“Es un año de siembra, de reflexión, de búsqueda de uno mismo y de ser conscientes de nuestros ideales para poder hacerlos concretos el año que viene. Es un año para germinar ideas”, explica la numeróloga Adriana Ariñó, en diálogo con Rosario3.com

Sin embargo, la especialista en comprender la incidencia de las magnitudes en la vida, también advierte sobre algunas prevenciones.

“El 2014 tiene una dualidad pronunciada porque, si bien el 7 tiene un ritmo tranquilo, el catorce es rapidísimo. Es decir, tiene un ritmo que invita a salir, a socializar, a establecer nuevas relaciones, a viajar; e incluso, a cometer excesos”, completa Ariñó quien trabaja en el campo de la numerología alquímica desde hace más de dos décadas.

Así pues, con once meses por delante conviene saber que “hay un gran contenido en este año que nos empuja a que seamos impacientes” y a “hacer cambios sin pesar”.

Para Ariñó, lo primero es saber “si aprendimos la lección del 2013”, que era “asumir responsabilidades y trabajar el amor en los vínculos”.

“Si sí lo hicimos, será un tiempo de relaciones duraderas y si no, será un año de separaciones y relaciones pasajeras”, apunta Ariñó.

“El viaje principal es hacia nosotros mismos, encontrar un camino espiritual pleno, tener templanza en los placeres terrenales, y recordar que la salud depende mucho de la calidad de nuestros pensamientos. Porque en un año siete pueden aparecer muchas enfermedades de ese tipo”, completa.

Una, dos o tres veces en la vida

La numerología, dentro de otros campos llamados ciencias alternativas, se ofrece como una herramienta para conocer la relación de las personas con su ser y éste en interrelación con el universo, ya sea en su presente, pasado como futuro.

“La numerología tiene una vertiente matemática en donde todas la cuentas que se hacen con números tienen que ser prefectas. Y hay otra vertiente, que es metafísica, que se centra en considerar al número como cualidad y no como cantidad”, señala Ariñó, al tiempo que explica la vida del hombre y del universo están divididas en ciclos y a estos es posible cualificarlos con números.

Así, a través del nombre y la fecha de nacimiento es posible comprender “las cualidades que una persona trae a este mundo y para qué encarnó en esta existencia”.

De este modo, mientras cada calendario revela una nueva apuesta, también existe un ciclo mayor que se cumple una, dos o tres veces en la vida y que se da cuando el planeta Saturno –“el del karma– se coloca en la misma posición del nacimiento de una persona.

“Hasta los treinta años, la persona responde tal cual a su mapa natal. A partir de ahí comienzan las preguntas sobre qué se hizo con ese miedo, con esas potencialidades que están presentes en las cartas natales”, desarrolla Ariñó.

“El primer karma es el más importante y se da a los 30 años, aunque puede oscilar entre los 28 y los 33 años, más o menos. En ese momento, las personas deber dejar de depender del ambiente en el que se desarrollaron y asumir lo que se vino a pagar. Ahí, en ese momento se producen muchos cambios importantes: la persona se recibe, o se casa, o se divorcia o decide tener un hijo”, finaliza.


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