Ingerir chocolate amargo es beneficioso para la circulación sanguínea.

El chocolate, antes una delicia mirada con prejuicio por los dietistas, ha acrecentado su fama en las últimas décadas tras numerosos estudios que le confieren propiedades curativas insospechadas, y hasta el mágico don de “alargar la vida”.

Un ensayo clínico realizado en el 2004, en el Centro de Investigación Preventiva de la Universidad de Yale, demostró que ingerir chocolate en su forma amarga es beneficioso para la circulación sanguínea. Los participantes en la muestra que consumieron una porción de este derivado del cacao, experimentaron una significativa mejoría del funcionamiento de los vasos sanguíneos.

Los resultados, aunque rechazados por algunos cardiólogos, fueron sólo el principio de una creciente evidencia sobre los beneficios del chocolate amargo para el corazón. Componentes llamados flavonoides, presentes en el alimento, ayudarían a evitar el congestionamiento de las arterias, contribuyendo a prevenir ataques al corazón y derrames.

Un estudio reciente conducido por la escuela de medicina de Hull York, Inglaterra, arrojó que los pacientes con Síndrome de Fatiga Crónica, una sensación general de cansancio profundo que sobreviene a algunos pacientes tras un esfuerzo extremo, evolucionaron positivamente tras consumir chocolate amargo.

Los investigadores explicaron que el alto contenido de polifenoles en esta variedad del chocolate estimuló a personas retiradas de sus labores cotidianas por la enfermedad a volver al trabajo y recuperar su vida normal.

Al parecer, la alta concentración de polifenoles actúa de forma casi “mágica sobre algunas funciones del organismo: eleva el desarrollo de serotonina en el cerebro y ha sido relacionada con la reducción de la presión arterial en pacientes hipertensos.

El boom de las investigaciones sobre las propiedades benéficas del chocolate, especialmente el amargo (sin lácteos ni azúcares), ha ido desde el planteamiento de su poder antioxidante, que contribuye a eliminar los radicales libres y prevenir algunas formas de cáncer, hasta sus “efectos anti-estrés en mujeres embarazadas”.

Este último beneficio fue constatado por un especialista finlandés de la Universidad de Helsinki. El investigador Katri Raikkonen verificó los niveles bioquímicos indicadores de estrés en 300 madres durante el embarazo.

Seis meses después del parto, el estudio reveló que los bebés de las mujeres que habían consumido chocolate de forma regular durante el embarazo (incluso los de madres estresadas) eran “más felices”, sonreían a menudo y se mostraban “más activos”.

Pero los expertos advierten que aún es temprano para tener informes conclusivos sobre las propiedades supuestamente beneficiosas del chocolate, y que las mismas pueden verse anuladas si se consume de forma excesiva. En ese caso, su alto contenido calórico conduciría al sobrepeso, no a la prevención de ningún mal.


Si te gusta el chocolate, prefiere el que contiene 70 por ciento o más de cacao en su forma pura, y aprovecha su lado bueno consumiéndolo en porciones pequeñas, y como parte de una dieta balanceada, porque el secreto parece estar otra vez en la moderación.

Nota:

Lo anteriormente descrito se basa en una recopilación de información sobre investigaciones recientes sobre el tema y no pretende ser una recomendación ni suplantar la opinión de tu médico, a quien es recomendable que consultes ante cualquier duda sobre tus padecimientos y tratamientos.

Por: Aracelis Perez-Mayan, Yahoo Mujer