El ritual del Baño de vapor en Marrakech

Hammams constan de tres salas: la primera, tibia, la segunda caliente y la tercera muy caliente. Para las personas que tengan problemas de tensión baja o sobrepeso y también para una primera experiencia en el hammam desaconsejamos la última sala para evitar sustos.

Cada una de las salas está preparada con grifos de agua caliente y fría y muchos cubos de plástico. Lo primero que tenemos que hacer es buscar un lugar para desarrollar nuestra alfombrilla, llenar varios cubos de agua a la temperatura que preferimos y situar alrededor de nuestra alfombrilla. Una vez hecho esto los pasos a seguir son los siguientes:

1. Mojarnos todo el cuerpo.
2. Embadurnados con el jabón negro y relajarnos durante unos minutos para dejar que este producto actúe sobre nuestra piel. 3. Mojar la manopla y realizarnos un masaje bien enérgico sobre todo el cuerpo. Si es una mujer y es la primera vez que va al hammam recomendamos que pida los servicios del personal para realizar el peeling ya que se requiere de una técnica sencilla pero que es necesaria aprender si queremos obtener un buen resultado. Normalmente se pide a la entrada y se paga a la salida, en el mismo mostrador del guardarropa. Para los caballeros en cambio la cosa es diferente. Debido a la fuerza de los masajistas en ocasiones los turistas han encontrado el hammam demasiado “violento”. Un peeling es un proceso de por sí agresivo así que, señores, si no se está acostumbrado es mejor ir poco a poco. 4. Enjuagarse el agua de los cubos. 5. Embadurnados el cuerpo con gel de ducha y lavarnos el pelo. 6. Enjuagarse el agua de los cubos de nuevo. 7. Relajar unos minutos y secarnos.

En los casos en que se solicite la ayuda del personal de hammam para el peeling obtendremos casi seguramente y por el mismo precio (alrededor de 8 euros) un masaje relajante. Además nos lavarán el pelo y nos enjabonar y enjuagar como si fuéramos niños / as pequeños / as. En definitiva podríamos decir que en el hammam no hay lugar para el pudor. Las mujeres que pasean a sus hijos por el parque cubiertas por velos e incluso burkas, caminarán por las salas del hammam completamente desnudas sin ningún tipo de pudor ante las impresionadas turistas que de pronto pasan a tomar el rol de pudorosas. Además dentro de un hammam es frecuente encontrar personas afeitando (las mujeres las piernas, axilas e incluso el pubis), lavando los dientes etc. Todo lo que normalmente hacemos en la intimidad de nuestros cuartos de baños se hace público en un hammam.
Una vez nos hayamos secado (las toallas se dejan colgadas en perchas colocados a la salida de la sala tibia) y según la tradición, tenemos que vestir cubriendo mucho para no coger frío y beber mucha agua. Personalmente recomiendo intentar visitar el hammam un día que no tenga que trabajar para poder disfrutar de la sensación de relax que nos invadirá toda la jornada. Es también especialmente agradable ir por la noche para dormir esta noche plácidamente.

Como ya hemos mencionado, la mayoría de los hoteles en Marrakech tienen su propio hammam, normalmente muy lujoso y tentador. Prácticamente todas las riads de Marrakech tienen también su hammam, acogedor, elegante y totalmente equipado. También pueden alojarse y visitar uno de los fantásticos chalets en Marrakech donde, además de su propio hammam suelen tener piscina, gimnasio e incluso campos de deportes.

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