Dos tipos de clarividencia : videncia y clarividencia

Cuando hablamos de videncia y clarividencia no es exactamente lo mismo, aunque también es cierto que existen muchos videntes que también se autocalifican como clarividentes. ¿En qué consiste exactamente esta mancia y por qué podemos distinguir dos tipos?


Aunque prácticamente es lo mismo, podemos distinguir un pequeño matiz entre la videncia y la clarividencia, y es que la videncia llega por cauces estrictamente naturales, es decir, de nacimiento, y suele referirse al presente, mientras que la clarividencia generalmente ha de ser desarrollada y trabajada tras ser captada por cauces mentales -aunque eso sí, siempre o casi siempre por una persona que es vidente natural-, y suele referirse al pasado o al futuro.

Como decimos, la clarividencia puede referirse al pasado (retrocognición), al presente (videncia) o al futuro (precognición), pero de todas formas la facultad, el hecho de poder interpretar los mensajes “espacio-tiempo”, es el mismo. Desarrollar este tipo de clarividencia está al alcance de toda aquella persona que tenga facultades especiales para ello, pero bien es cierto que muchas veces, y hacerlo de forma positiva, cuesta un gran esfuerzo.

Existen dos tipos de clarividencia, y por ello decimos lo de “de forma positiva”, porque una es positiva y la otra negativa. La denominada positiva es cuando la persona hace un uso adecuado de su poder como clarividente, y es consciente de que está usando dicha facultad para servicio de aquellas personas necesitadas de él. Sin embargo, la de tipo negativo es cuando el clarividente tiene contacto con mundos internos a través de visiones, pero sin tener ningún tipo de control sobre las mismas, lo cual además de ser una experiencia desagradable, puede ser incluso peligroso.

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