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Ritual funerario islámico Cultura Religiosa Corán y de la Sunna

Published by Buscador under , , on 13:07

El ritual consiste en lavar el cuerpo del difunto y secarlo (Gusul), amortajarlo con una tela blanca y nueva (Takfín), y finalmente se hace una oración

La muerte de Osama Bin Laden fue difundida, en medios internacionales, precisando que su cadáver fue arrojado al mar luego de que se hicieran algunos ritos funerarios islámicos. Las notas no informaban por quiénes fueron presididos dichos ritos.


Entre musulmanes, los ritos funerarios se derivan del Corán y de la Sunna, que son las enseñanzas que se conservan de la tradición oral sobre las acciones y dichos del profeta Mahoma.

A groso modo, el ritual consiste en lavar el cuerpo del difunto y secarlo (Gusul), amortajarlo con una tela blanca y nueva (Takfín), y finalmente se hace una oración y se sepultan los restos en tierra, recostados sobre el lado derecho y con la cara dirigida hacia la Meca.

El Islam reprueba el embalsamamiento, la cremación y los monumentos funerarios; no obstante, en algunas regiones son muy comunes, como en Turquía. Es contrario a los preceptos islámicos trasladar los restos del difunto a otra ciudad, ya que es aconsejable enterrar a un musulmán en el cementerio de la ciudad donde murió.

Vistas así las cosas, los ritos que se hicieron por la muerte de Bin Laden no son del todo puntuales conforme a la tradición musulmana.

La ablución o Gusul es una obligación de la comunidad, y si alguien cumple con este precepto, el resto queda exento. La normatividad también señala que quien hace el lavado debe ser una persona digna de confianza (para no revelar lo que viera de las intimidades físicas del fallecido); ser del mismo sexo (excepción hecha para el cónyuge y para los de corta edad) y conocedor de los ritos fúnebres. Luego se cubrirá el cadáver con la tela y se le despojará de sus ropas. La Tradición Profética recomienda utilizar tres paños blancos (sudarios) de tela normal, uno tras otro, para el hombre, y dos paños, más tres elementos complementarios, para la mujer. Luego se perfuman los sudarios.

Posteriormente se deposita el cadáver dentro de un féretro para facilitar su traslado hasta el cementerio. Es aconsejable que el ataúd sea simple. No es costumbre islámica usar velas o cirios durante el funeral.

En cuanto a la plegaria, es un deber colectivo. Se recitan el Al Fátiha y otras Suras y fórmulas frente al féretro en el suelo, pero en dirección a la Meca, y el Imám o quien presida la ceremonia se sitúa detrás de la cabeza del difunto si es varón. Los demás se ponen de pie, en hileras, detrás del Imám.

La condición es que todos los que hagan esta oración deberán tener la ablución, como se realiza en las mezquitas para las oraciones tradicionales.



Carlos Villa Roiz

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