UNA VELA PARA CADA PREGUNTA Cómo preguntar Y colores

Conviene utilizar velas normales que no tarden mucho en arder para poder interpretar su mensaje el mismo día. Generalmente en los rituales se emplean velas de distintos colores, ya que, según el tema sobre el que se desea obtener una respuesta, se usa una u otra.

Las verdes son para hacer preguntas acerca de la salud, el dinero, el trabajo, los negocios y los juegos de azar.


Las rojas son adecuadas para los interrogantes sobre las relaciones sexuales, la energía vital y las iniciativas.

Por su parte, las velas de color amarillo son estupendas para hacer preguntas relacionadas con la suerte, las inversiones monetarias y la llegada de dinero.

Y las azules, acerca de los estudios y las actividades artísticas.

Las rosas son las más apropiadas para descubrir el destino en los ámbitos del amor y la familia. Y las naranjas para el entorno, la salud, la paz y los viajes.



Asimismo, las velas lilas sirven para descubrir el devenir de la evolución espiritual, mientras que las violetas sirven para el del desarrollo de las facultades psíquicas y el conocimiento de uno mismo.

Las blancas se utilizan para hacer preguntas sobre peleas y reconciliaciones.

Y las negras acerca de los juicios y los asuntos relacionados con la justicia.



Cómo preguntar
Para hacer una pregunta, primero hay que respirar profundamente durante unos minutos mientras la mente se concentra en la cuestión o se visualiza una imagen relacionada con el caso que interesa. Durante esta pequeña meditación se sostiene la vela, que se encenderá en la mano izquierda. Luego, debes colocarla sobre un recipiente de cerámica, o de cualquier otro material incombustible, que sea liso y estable para evitar oscilaciones o accidentes domésticos. Una vez hecho esto, apaga la luz del cuarto y baja la persiana para poder observar mejor la llama. Enciende la vela con las cerillas y pide al fuego que responda a tu pregunta. Observa la llama durante los siguientes cinco minutos para obtener respuestas de su forma de arder y anótalas.

Después de realizar esto, ya puedes dejar la vela sola, pero habrá que vigilarla cada media hora aproximadamente para ver cómo cae la cera y apuntar las impresiones. Por último, interpreta las formas que ha dejado la cera sobre el recipiente, llamadas “sellos”. Si tienes que salir de casa y deseas apagar la vela será preciso utilizar el apagavelas o extinguir la llama con los dedos mojados. Nunca soples, pues la energía del ritual se vería interrumpida. Al regresar vuelve a encender con cerillas la llama y concéntrate de nuevo en la pregunta.