“Acepta a todos y no critiques a nadie, excepto a ti mismo”Sheik Muhammad Hisham Kabbani

SHEIK HISHAM KABBANI
“Acepta a todos y no critiques a nadie, excepto a ti mismo”

Nació en Beirut pero emigró a EE.UU. donde es un referente importante de la comunidad islámica. La tenaz prédica por la paz y su condena al terrorismo lo llevaron a enfrentarse con algunos pares. Está de visita en la Argentina para la presentación de varios de los libros que ha escrito sobre espiritualidad y la corriente Sufi que él profesa.

“Paz”, “tolerancia”, “respeto”, “amor”. Son palabras recurrentes en el diálogo con el Sheik Muhammad Hisham Kabbani. Nacido en Beirut, Líbano, en 1945 y emigrado décadas después a EE.UU., es considerado una autoridad espiritual en su país de adopción, donde preside varias organizaciones islámicas (ver La ficha...). Profesa la Orden Naqshbandi, “un camino Sufi, una congregación de individuos que se han dedicado a encontrar la Presencia de Dios en ellos”, describe. Está de visita en la Argentina para presentar alguno de sus libros como Descubriendo Angeles; Sufi, la ciencia de la autorealización; Llaves para el reino divino; La cercanía del Armagedon: una perspectiva islámica y El Camino Naqshbandi Sufi, entre otros títulos.

Por ser crítico del terrorismo, tuvo entredichos serios con entidades islámicas de EE.UU. “No tuve una confrontación con la comunidad sino con el liderazgo autodesignado. Sentí que estaban secuestrando la voz de los musulmanes al rehusarse a un acercamiento democrático que permitiese a otros exponer sus opiniones”, contó a La Razón en el diálogo que sigue.

¿Cómo definiría al sufismo? Es un estado del ser; un llamado universal para unir a la gente y elevarnos espiritualmente, perfeccionar nuestro carácter y traer plenitud a nuestras vidas. Así eliminamos el vacío y la falta de objetivos. Tenemos seguidores mundialmente conocidos, como el poeta Jalaluddin Rumi y Hafez, o los grandes sabios Ibn Arabi y Bayazid al Bistami.

¿Puede lograrse ese estado? El sufismo pide tomarse un “tiempo fuera” de uno mismo para observarse profundamente, a su Señor y a sus relaciones con los demás; que uno se revise y elimine lo negativo de su carácter con la expresión de las buenas cualidades de un ser iluminado. Debemos aprender a tomar este tiempo para la introspección, aunque sean 10 minutos al día.

Es tiempo de profecías: Mayas, Nostradamus, el Apocalipsis bíblico... ¿El islam y el sufismo tienen un “fin de los tiempos”? Si, porque los sufis creen que la bondad debe superar a la maldad en el mundo. Esperamos que ocurran sucesos pacíficos y divinos que cambien la oscuridad de la violencia y la bajeza moral en la que mucha gente vive; que reduzcan la ansiedad, la ira, el miedo y que eliminen las fuentes de conflicto. El sufismo enseña que la iluminación espiritual no es sólo para individuos, sino para la humanidad como un todo, y esperamos ver un tiempo, pronto, en que esto tenga lugar.

¿Cómo se puede pasar ese tiempo, según el código sufi? El Código Sufi dice: “Acepta a todos, no critiques a nadie excepto a ti mismo, y busca la fuente de paz y realidad dentro de ti.” ¿Adónde llevan las profecías? Nos guiarán a una nueva era donde el hombre actuará desde lo más verdadera de su naturaleza, buscando no sólo su beneficio sino el de otros y el del planeta como un todo.

¿Ayuda el nexo interreligioso? El Profeta Muhammad, la paz y bendiciones sean con él, (n. del r.: se refiere a Mahoma) solía reunirse con líderes de todas las religiones y aún con ateos. Así buscaba encontrar puntos en común y evitaba enfocarse en lo que nos divide. Creía en dar la bienvenida a todos y nunca daba a nadie la espalda.

¿Porqué se sataniza al Islam? El Islam no puede ser demonizado, pero un pequeño grupo que dice representarlo es maligno y está arruinando la reputación de los musulmanes. Abandonaron el camino de la decencia y buscan lastimar sin ninguna causa justa. Son las peores personas, y el Sagrado Corán demostró que sus declaraciones son falsas, al decir: “ayúdense unos a otros en virtud y conciencia de Dios y no en maldad y enemistad”.

¿Cómo define “pecado”? ¿Es ésta sociedad pecaminosa? Pecado es aquello que hace daño a uno mismo o a otros, consciente o inconscientemente. Uno debe saber qué es un pecado y qué no lo es, y la definición de eso es vasta. Lo que podría ser un pecado para uno, podría no serlo para otro y viceversa. Pero el terrorismo y matar inocentes, toda la humanidad lo rechaza. Son los mayores pecados y quienes los cometan serán castigados por medios mundanos o divinos.

¿Qué opina de las uniones entre homosexuales o el aborto? Son elecciones que cada persona hace y nosotros no interferimos en el derecho a tomarlas basadas en las leyes de un país y/o su fe religiosa. Pero, en la Ley Islámica, el matrimonio homosexual y el aborto no están permitidos.

¿Cuál es el mundo por venir? El mundo está en una crisis donde muchos elementos negativos, individuos y grupos están esforzándose por desequilibrar el orden, paz y tranquilidad establecidos ahora por 60 años. Pero aquellos que busquen bondad y paz prevalecerán, pese a que pueda haber una lucha en medio. Será, principalmente, una lucha por los corazones y mentes de los seres humanos para llevarlos de una forma de vida dura, cruel y llena de ira, a una pacífica, de amor y compasión.
PorENRIQUE LUIS GARIGLIO