Lo oculto atrae PABLO EMILIO HOYOS OTERO

No se hace difícil observar que existe una tendencia natural en el ser humano de estar en contacto con lo esotérico, el espiritismo y el ocultismo. En todas partes del mundo muchas personas creen en estas prácticas, en el ocultismo, las hechicerías y brujerías, sobre todo en épocas de la Semana Mayor (Semana Santa) y en todo momento y época, pero en la Semana Santa tienen mayor acogida estas viejas costumbres. Lo creen y hacen uso de estas fuerzas del mal, porque viene del demonio y a ellas acuden las personas de todos los niveles sociales y culturales, inclusive, fueron utilizadas por grandes personajes de la historia de la humanidad.


Y en estos tiempos, algunos lo hacen por curiosidad, atraídos por las cosas misteriosas que hay en el ocultismo para averiguar el poder que tiene; para lo cual asisten a sesiones espiritistas o consultas con los videntes, otros leen el horóscopo para ver si sus predicciones se cumplen.

La verdad es que vivimos tiempos muy críticos de toda naturaleza, problemas en el mundo de los negocios, sentimentales, de familia, graves enfermedades, falta de empleo, inseguridad, hambre y miseria; que hacen que muchas personas busquen la orientación de astrólogos, videntes, brujos y hechiceros. Lo innegable es que las personas a quien les va bien tienen salud y mucha prosperidad en la vida, no buscan esta clase de actividades, y quienes se dedican a resolver sus problemas con estas prácticas es porque no tienen fe en Dios.

Es tanta la creencia en esas ciencias ocultas, que enfermos graves o terminales renuncian a los tratamientos médicos de especialistas y recurren a los curanderos y a brujos en busca de curación, y también para tener suerte en sus negocios y la protección de todos los suyos, usando en el cuello, en las muñecas y tobillos cordoncillos, cadenas, cuentas y conchas marinas para librarse de todos los males para ellos y sus hijos.

Sabemos que estos poderes no vienen de Dios, sino del demonio o de un espíritu malvado que proporciona muchas ganancias a quienes aplican esas prácticas. Proceden de fuerzas siniestras, de acuerdo como lo informa la Biblia. Entre las ciencias ocultas se encuentran la adivinación, el espiritismo, la astrología, la numerología, la quiromancia y la hechicería, así como la comunicación con los muertos y el empleo de maleficios. Estas prácticas existen desde milenios de años, proceden de la antigua Babilonia, lo que es hoy Irak (Isaías 47:1,12,13).

Los espíritus malvados tienen poderes sobrehumanos, pero podemos oponernos a ellos y vencerlos con la ayuda de Dios (1 Pedro 5:9), (Santiago 4:7) dice: "Sujétense, por lo tanto a Dios y de esta manera el diablo huirá de ustedes".

Busquemos llenos de fe y de esperanza los caminos de Dios, hagamos oraciones y reverencias al padre celestial para que nos llene de prosperidad, salud y bienestar general.
PABLO EMILIO HOYOS OTERO/www.elmeridianodecordoba.com.co/