Según la sabiduría antigua, los sueños eran un viaje del alma" Leónida Mock

¿Quién no ha tenido en alguna ocasión la sensación de haber soñado con algo que, justo en ese momento, está sucediendo En muchas culturas, lo sueños suponen algo mucho más complejo, un estado de relajación profundo durante la vigilia. El responsable de Vopus en Huesca y Zaragoza, Leónida Mock, abordó recientemente en la capital oscense esta cuestión, destacando "el importante papel que han tenido los sueños en determinados momentos".


"Hay personajes históricos como Julio César que se guiaban por sus sueños. De hecho, él mismo soñó que iba a ser asesinado, como finalmente ocurrió", explicó a este periódico Mock, que también se refirió al estudio que hicieron a este respecto personajes como el padre del psicoanálisis moderno, Sigmound Freud, para quien los sueños "eran un vómito de la mente para desahogarse de lo vivido durante todo el día".

Sin embargo, son muchas las corrientes que atribuyen a los sueños un poder que va más allá de todo esto, continuó Mock, para quien los sueños tienen un poder simbólico que les permite, incluso, adelantar hechos futuros.

"Según la sabiduría antigua, la de los antiguos cristianos o la de los egipcios, los sueños eran un viaje del alma, un viaje a una dimensión superior" que permitía adelantarse después, en caso de recordarlo, a ese anhelado futuro. Estas cuestiones, prosiguió Mock, han llegado hasta el momento presente a través de la interpretación de los sueños, una materia en la que, como en todo, es necesario tener un conocimiento amplio, ya que los sueños "se pueden interpretar por analogía o por contrarios, como cuando se sueña con dulces, que significa que ocurrirá algo amargo", mientras que cuando se sueña con algo amargo "puede ser una señal de que va a ocurrir en la vida de uno algo bueno, algo dulce". Como en todo, el saber para descifrarlos es un paso imprescindible para acceder a su significado.

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