Por qué el 13 es el número de la mala suerte

A través de la historia, al número 13 lo encontramos en varios hechos trágicos en los que la muerte fue el denominador común; situación que ha llevado a que se le asigne un razonable halo de misterio y temor a todo aquello que involucre a la mencionada cifra.

Uno de los destacados hechos de la historia y quizás una de las principales razones para la temida atribución al número 13, se desprende de La Última Cena en la que Jesús y sus doce discípulos comieron y bebieron, pero en donde el hijo de Dios anunció la proximidad de su muerte por causa de uno de los presentes.

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En la mitología nórdica se menciona la muerte de Balder, uno de los dioses favoritos de esta cultura, por culpa de la presencia de Loki, que se convirtió en la décimo tercera deidad en participar en una cena a la que no había sido invitado, lo que despertó la molestia y posterior muerte de Balder.

Los judíos también lo consideran de mala suerte debido a que para ellos, también son 13 los espíritus malignos capaces de traer el horror al mundo. Mientras que si nos referimos al Tarot, el Arcano número 13 es el símbolo de la muerte.

Pero a este número también se le han asignado dos días de la semana que lo convierten en fechas fatídicas para muchos. Primero, el martes 13 constituye un día para no salir de casa, tradición que nace aparentemente en España tras la derrota que sufrió la ciudad de Játiva en Valencia en un día martes. Pero también tenemos que la cultura anglosajona atribuye al día viernes 13 los momentos propicios para las desventuras y tragedias.

Lo cierto es que esta superstición está tan metida en el sentir de mucha gente que se han visto varios casos en los que el número 13 ha sido omitido para no correr riesgos.

Nadie lleva el 13 en la Fórmula Uno y tampoco se ve este número en las líneas de buses de algunas ciudades. De igual manera, muchos hoteles y edificios no cuentan con un piso 13 porque lo omiten deliberadamente saltándose del 12 al 14, y algunas aerolíneas lo omiten de sus asientos porque tampoco nadie querría sentarse en él.

¿Qué tanto será esto cierto? El hecho es que no hay una manera científica de comprobarlo, sino que son las experiencias con este número la que traen el mito.

Pero cierto o no, aquí un detalle: El reconocido compositor Richard Wagner nació en 1813, además, la suma de estos números nos da 13. Igualmente, su nombre y apellido suman 13 letras; compuso 13 óperas y… ¿adivinen qué?…murió un día 13.

Fuente: Extremadura al Día