Predicciones de El Espectador Tauro. ¿Soltará los lazos? en 2010
Published by Buscador under Astrología on 13:56
Tauro será un barco que navega en el 2010. Tendrá las anclas sueltas y las ganas de renovar el espíritu. Sus velas serán amplias, grandes y tan ambiciosas que lo llevarán lejos y con los mapas de otros continentes en mano, buscará oficios, amores, deseos y el tesoro que ha creído perdido.
Y como su sentido práctico se lo indica, sabrá cómo reclamar lo que le pertenece y será incapaz de dejar para después las decisiones. Con valentía, preferirá empezar por las importantes.
Organizará esto y aquello, adecuará baúles, pintará mansardas y abrirá ventanas donde antes había muros. Será un mago que andará de pócima en pócima para ver lo que su corazón le ofrece para escoger.
Argumentará hasta el color de las sábanas, decidirá sobre el largo de las cortinas y escogerá el destino de cada bus. Preferirá lo moderno y los colores serán fuertes y brillantes.
Estará a la moda, cambiará el corte de cabello, el estilo de los zapatos y no dejará que otros opinen sobre el largo de sus faldas. Tauro mudará y se mudará. Cambiará los ovillos de lana por el Expreso de Oriente, mutarán sus ánimos conservadores por aquellos de futuro y se hará libre como si su signo fuera móvil, disperso y veleidoso.
Dejará la loza para lueguito y no dejará que le arrebaten el último tiquete a Estambul. También caminará fuerte, lejos, con soltura y flexibilidad porque en el interior de su corazón intuye un año para la alegría y el disfrute. Tauro quiere desobedecer y sonreírle a su destino desde otro futuro.
Y pasarán los meses y esconderá las dudas y los titubeos. No habrá preguntas y dejará que la extrañeza sea su verdadera consejera; la sorpresa, buena amiga, se apoderará de la piel de este signo de Tierra, al punto de no ser el mismo sin sus hábitos y rutinas de siempre.
Libertad y felicidad le grita el 2010 a Tauro desde un caballo conquistando horizontes y ofreciendo poemas de amor y galanteos nocturnos. Sus mejores amigos serán los de Libra y los de Acuario.
Ampliará su rango de acción más allá de su barrio natal y, con seguridad, los del alma extrañarán al amigote de la esquina.
La casa, su lugar de gozo será remodelada y los atuendos y comidas sabrán a especias de Zanzíbar. Pero con todo el jolgorio viajero a cuestas, de Tauro se puede esperar control y poder en el 2010.
Será el líder de los retos de negocios, de tiendas de barrio, empresas, poblados y hasta naciones.
Renovará ajuares y cambiará de lugar el sofá como acto de magia y de preparación para las acciones y las decisiones públicas.
Es sólo hacia septiembre que se sentirá un poco atado a sus viejas cadenas y sentirá que la vida vale poco pero es ahí donde retornará a su arraigo natal. Buscará el refugio en lo de siempre, guardará su morral, avivará un fuego y serenará su espíritu.
De amores y callejones inesperados, sabrá qué decir y qué construir, sin el desespero de quien tiene poco, sin rencores por un pasado que ya no es útil, sin las obligaciones que impone el destino de los otros.
Tauro podrá ver luz al final del túnel, sabrá cómo jugar al agente viajero y aferrarse de pies y manos a su libertad, porque antes de perder la cabeza podrá reconocer que bien vale la pena desalojar el llanto y la tristeza.
El 2010 es el año de la alegría para un signo tan gentil como el tercer arcano: la gozosa y amada Emperatriz.
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