¿Qué significa cada luna en cada signo?
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Luna en Aries. Tu
entorno familiar primario era activo, deseante y algo avasallante; tu
madre se adelantaba a tus deseos decidiendo todo por vos, es por eso que
tendés a apurarte en los procesos y a querer definir rápido para sentir
que no se te adelantarán y puedas decidir por vos mismo. Tenés una
personalidad deseante y movediza, construiste un estilo accionador a
manera de protección para que el resto no te imponga sus deseos.
Necesitás encarar y tomar la iniciativa ante los conflictos.
La
paciencia no es tu fuerte. Te expresás sin vueltas, de manera sencilla y
espontánea, auque para los otros podés resultar algo hiriente. Asumís
riesgos innecesarios para asegurarte que vas más rápido que el resto,
defendiéndote de una sensación de avasallamiento de tu entorno.
Aparentás ser intrépido y arriesgado y te híper-activás para no
angustiarte. En el fondo, tenés deseos muy infantiles o inconfesables y
ridículos enojos. Puede que te juzguen de excesivamente franco, incisivo
o frontal, pero en momentos de tensión solés ser el que toma la
iniciativa, el que se anima a lo nuevo funcionando como motivador e
impulsador de otros.
Luna en Tauro. En
tu entorno familiar se valoraba la estabilidad, la seguridad y se
demostraba el afecto a través de cosas materiales o de comida. Tu
principal refugio es sentir que tenés todo controlado y tranquilo, por
eso demorás los cambios en el campo afectivo lo más posible y te
esforzás mucho en fiscalizar tu entorno cercano y familiar. Como anhelás
estabilidad y permanencia en tus vínculos, te cuesta arriesgar en el
territorio amoroso y, probablemente, sostenés relaciones más tiempo del
necesario ya que te altera muchísimo la sensación de abandono. Podés ser
algo posesivo pues necesitás a tus seres queridos cerca y bajo tu
“amoroso control”. Sos muy afectuoso y te encanta demostrar tu afecto
con hechos concretos y visibles: regalos, comida, etc. Sos muy corporal
para expresar amor, necesitás tocar de manera algo exagerada para la
mirada de los otros. Sentir y dar placer te es fundamental. Tu mundo
emocional es taurino, se mueve despacio, contempla, observa y percibe
todo antes de abrirse a otros. Buscas naturalmente lo estético, el arte
puede ser un don. Sos muy honesto y a veces algo ingenuo, siendo esto
tanto tu dificultad como tu máxima herramienta de seducción. Sos
magnético, sensual y seguramente tenés un cuerpo exuberante. Apreciás la
buena combinación al vestir, la buena mesa y, obviamente, el buen sexo.
Sos intenso, perseverante y paciente cuando surge algo o alguien que te
interesa en tu campo de visión no te rendís fácilmente. El gran
problema es aprender a partir a tiempo y no quedarse más de lo necesario
en vínculos que ya no tienen vitalidad.
Luna en Géminis. En
tu entorno familiar se valoraba la inteligencia y la sagacidad, por lo
que te refugias en la lógica racional y en el conocimiento académico.
Para vos, todo se puede explicar y funcionás como tu propio “terapeuta”,
autoexplicándote tus sentimientos y emociones. Cuanto más angustiado
estás, más necesitás entenderte y hablarte a vos mismo, como una forma
de tomar distancia y protegerte de aquello que nunca podrás
racionalizar: tus emociones.
La palabra inteligente resulta tu
mejor forma de calmarte. Cuanto más angustiado estás, más vas a hacer
mil cosas a la vez, como si al dispersarte algo se tranquilizara
inconscientemente. La curiosidad y la sensación de que todo te interesa
suele acompañarte siempre, aunque es bueno registrar que muchas veces
utilizás la dispersión como medio de distracción o escape cuando la vida
se pone demasiado complicada e intensa. Los hermanos serán un tema
importante en tu vida afectiva, quizás te protegieron en la infancia y
comprender la fortaleza de este vínculo (si los hubiera), será
fundamental. Utilizás la diversidad y el juego a modo de refugio ante el
dolor, a veces podes resultar muy cambiante e inestable, por lo que
deberás aprender a parar y registrar la angustia que sentís cada vez que
no podés detenerte y desarrollar una sola cosa por vez.
Luna en Cáncer.
Desde tu nacimiento generaste un vínculo muy fuerte con tu madre o con
una figura maternal, donde se entendían intuitivamente. De grande se
genera un complejo malentendido en el que explicitar con palabras
pareciera significar falta de amor. Aquel que ama, deberá intuirte sin
el esfuerzo de la comunicación verbal. A primera vista, tenés una
apariencia solitaria, tímida o cerrada pues necesitás tiempo para
abrirte y comunicarte. El tiempo, la cercanía, la familiaridad y la
ternura de los que te rodean te ayudan a expresar tu aspecto más
sensible, en donde podés mostrar tu gran empatía y solidaridad con los
que amás. Anhelás tranquilidad y permanencia tanto en tus vínculos como
en tus proyectos ya que necesitás encarar la vida con calma. Sos muy
memorioso y te encanta recordar situaciones del pasado, las temáticas
familiares y de la historia suelen atraparte de manera impensada.
Reconocés el temor que sentís al comenzar relaciones nuevas en tanto sos
muy vulnerable al rechazo. Contás con un maravilloso talento para
cuidar y proteger a los más necesitados y es aconsejable que te animes a
abrirlo más allá de tu entorno familiar.
Luna en Leo.
De chico fuiste muy especial en tu familia, casi sin esfuerzo eras
tenido en cuenta y se te valoraba, generando un malentendido de “no debo
hacer nada para que me quieran”, “soy un ser especial y debo ser
admirado solo por existir”. En este estilo desafiante, das la impresión
de tener una fuerte personalidad, magnética y algo dramática.
Carismático y pasional, no podés hacer nada “por compromiso”, pues te
cuesta disimular tu “desinterés”. Por el contrario, cuando algo
realmente te motiva, surge milagrosamente la transformación del
magnánimo rey al talentoso ser maravillosamente práctico y organizado.
Necesitás mucho la atención de los otros para reafirmarte, casi tanto
como un adolescente que necesita sentirse importante y diferente del
resto, muchas veces pretendiendo que se te trate “como a un príncipe o
princesa”. Como sos exagerado tanto para demostrar como para pedir
afecto, es posible que a veces te sientas abandonado de antemano, ya que
no hay quien pueda colmar todas tus necesidades. Podés irritar al otro
con tu dificultad para registrar las necesidades del resto de la
humanidad. Sos muy fiel con tus seres queridos y cuando te sentís
valorado y reconocido sos muy generoso y genuino en tus afectos.
Luna en Virgo. Desde
chico se te exigía ser adaptable y maduro, pedir poco y ser ubicado,
por lo que desarrollaste prudencia y la reflexividad desde niño. Fuiste
grande antes de tiempo, inclusive te sentías más maduro o sensato que
tus padres. De adulto, a veces pareciera que, agotado de tanto hacerte
cargo de los otros, te rebelás y te vas al otro extremo, teniendo
actitudes caprichosas o pueriles para alivianar tanta responsabilidad
cargada desde tu infancia. Tendés a ayudar mucho a los otros ya que te
resulta más fácil entender las necesidades ajenas que las propias, ya
que debiste postergarlas mucho tiempo. Tu mundo emocional es poco
convencional, lo que te calma no sigue la típica necesidad de
“abundancia de cosas materiales” o “de exacerbación del ego”. Te gusta
dar vueltas a las cosas para observarlas desde otro ángulo, teniendo
muchas veces una mirada crítica sobre tu vida y la de los demás. Te
fascina observar y entender a los otros, tenés un especial radar para
darte cuenta de lo que cada persona necesita, destacando tu aspecto
servicial. De mente muy aguda, anhelás tener todo explicado y
controlado, creyendo que así podrás dominar tus emociones. Sos algo
hipocondríaco y quizás maniático de la higiene y del orden, todo tiene
que estar organizado y etiquetado al menos en tu cabeza, casi como un
antídoto para sentirte en paz con vos mismo.
Luna en Libra.
Desde chico te costaba saber lo que querías, pues te enseñaron a
priorizar los deseos de los otros. Te resulta exageradamente importante
la mirada aprobatoria de la sociedad es por eso que valorás el buen
trato y las buenas costumbres. En tu casa se estimaba mucho “el quedar
siempre bien”, aparentar felicidad aunque en el fondo la realidad del
hogar fuera más complicada, incorporando así un innato talento para
“poner cara de felicidad” y evitar siempre la confrontación. Seductor y
excelente anfitrión, la sociabilización y la mediación son tus talentos.
Te cuesta tomar decisiones por vos mismo, tendrás que aprender a decir
más veces que NO, a poner límites a los deseos de los otros. Generar
vínculos complementarios sin sentirte dominado por el otro será tu
aprendizaje. Tendés a entregarle demasiado el poder de decisión a
terceros y después te enojas por eso, pero como te cuesta mucho estar
solo, a veces te dejas llevar por los demás para no generar conflictos.
Luna en Escorpio.
El inicio de tu vida estuvo rodeado de temas complejos y dolorosos
tales como la muerte o las tramas de celos y ansias de poder familiares.
Te atrae naturalmente lo desconocido, lo misterioso, lo esotérico y lo
oculto. Desde chico pasaste situaciones que te hicieron sentir “malo”,
por denunciar las cosas, cargando excesivas culpas y sintiéndote
rechazado. Sos muy permeable al dolor humano, quizás por tu cercana
experiencia con el sufrimiento desde tu infancia. A veces podés tener
reacciones psicológicas algo extremistas y polarizadas ya que captás el
inconsciente, ves lo profundo y tendés a percibir y hacerte cargo de los
conflictos o padecimientos ajenos. Captás lo que nadie quiere ver, sos
intenso y tenés una maravillosa capacidad para curar el malestar en los
otros pero tenés que estar muy atento porque seguramente te olvidás de
protegerte o curarte a vos mismo. El mundo íntimo de la luna en Escorpio
es muy complejo para ser comprendido, suele tener un vínculo
contradictorio y posesivo con figuras maternales que pueden influenciar
de manera enmarañada inhibiendo la capacidad de confiar en otros o de
confiar en el amor.
Luna en Sagitario. Tus
padres han sido personajes contradictorios, idealistas, creativos y
cambiantes, pudiendo haber oficiado de figuras guías o estimuladoras.
Estas figuras tan enérgicas de tu infancia han dejado una fuerte
impronta en tu mundo emocional más íntimo, una mezcla de sensaciones
variadas y contradictorias. Te sentís naturalmente positivo, pasional y
te encanta gozar de la vida y a veces sin causa aparente te asustas e
intentas desconectar de las intensidades que quizás vos mismo generás.
Tenés muchas inquietudes existenciales que te llevan a buscar siempre
nuevas respuestas y a descubrir nuevos mundos o nuevas culturas.
Necesitás estar rodeado de acción y actividades deportivas pues suelen
darte cierta calma a tanta intensidad. Te encanta gozar de la vida y
realizar actividades que amplíen tu mundo: estudiar diferentes
filosofías o religiones, viajar al extranjero, podés apasionarte por
profesores o gente de otros países también. En esta combinación de
sensibilidad y acción, podés resultar ciclotímico. A veces sos algo
“negador” y terminás generando crisis aún peores por esta tendencia a
postergar los conflictos. En la vida, estás siempre dispuesto a
desarrollar la palabra confianza, más allá de toda adversidad... Pero
atención con el excesivo sentido de grandiosidad que podrá generarte la
sensación de “ser alguien superior”.
Luna en Capricornio. Naciste
en un entorno familiar exigido y exigente, donde debiste hacerte cargo
de tus propias necesidades desde muy temprana edad. En la vida adulta,
si no te prestan demasiada atención no te preocupás demasiado ya que
tenés el hábito, desde chico, de “arreglártelas solito”. Aprendiste muy
pronto a cumplir y a no protestar, llegaste a la conclusión de que sin
necesidad se sufre menos y, por lo tanto, difícilmente le pidas a otros
lo que necesitás. Las metas se consiguen con sacrificio. Es hora de que
te animes a pedir al resto lo que te hace falta, que te animes a mostrar
ese “niño sensible y carente que tenés en tu interior enmascarado en un
estilo autosuficiente y solitario”. Te es muy difícil sentir que
merecés, siendo excesivamente cuidadoso en tus gastos y con un estilo
exageradamente austero. De sentimientos nobles y de palabra confiable,
tenés una gran capacidad de autosostén y autoabastecimiento, como no te
asustan las adversidades te plantás sólidamente en el mundo. Cuando te
comprometés con una persona o con un proyecto lo sostenés en el tiempo.
Tenés un maravilloso talento para mantener tus promesas y tus
propósitos, y en verdad deberías estar más atento a no postergar tanto
tus propias necesidades personales en pos de cumplir con los otros o con
las exigencias del entorno. Sólido, confiable y responsable, tu camino
es hacia lo que más te cuesta: registrar tu ternura y tu vulnerabilidad.
Luna en Acuario.
Siempre te sentiste el “raro” de tu familia, sos el encargado de
plasmar una herencia de creatividad familiar, posiblemente pagando el
costo de ser el excéntrico o el inverosímil de tu entorno. Con tu
familia tenés un vínculo discontinuo, cuando están cerca, te sentís
agobiado y cuando no están, percibís una inusual necesidad de
conectarlos. A lo mejor mamá y papá eran algo “diferentes a lo
convencional”, y les resulta difícil terminar de comprenderse
mutuamente. Tu lema debería ser “el único refugio es la ausencia de
refugio”, ya que desde chico atravesaste situaciones de inestabilidad y
repentinos abandonos. Todo cambia constantemente y tenés que ser
creativo para adaptarte siempre a lo nuevo y a lo diferente que la vida
te propone. Lejos de controlar a tus afectos tu aprendizaje será: “amar
es dar libertad”, quizás con la apariencia de ser poco comprometido o
desconectado, en lo profundo tu esencia te susurra: no sos de aquí ni
sos de allá. La vida propone continuamente cambios e imprevistos que si
intentás evitarlos solo se generaran más conflictos y angustias en tu
interior. Siempre rodeado de impensadas vueltas del destino, pareciera
que tu existencia siempre será así, una secuencia de discontinuidades,
cosas imprevisibles, gente que hoy está y mañana no, ya que tu
aprendizaje es comprometerse en el presente sin necesitar garantías a
futuro.
Luna en Piscis.
Naciste en una familia “matriarcal” donde las figuras maternales todo
lo sabían o lo intuían, conectándote desde el inicio con la sensación de
vivir en unidad profunda con todo lo que existe, donde no hay
necesidades, todo esta dado, no hay separación y no hay límites. Nada
falta en esta cualidad de sensibilidad extrema que hace eco con todo. De
adulto esta híper sensibilidad te da cierta dificultad para organizarse
psicológicamente, para delimitar tus deseos personales y
explicitárselos al resto. Tu híper resonancia, hace que te cueste
concentrar y cerrar energía, pudiendo parecer distraído u olvidadizo.
Tenés un gran “radar” que te da máxima sensibilidad para captar lo “no
dicho” junto con cierta dificultad para ser claro al hablar. Cuando
estás asustado o vulnerable, te evadís en un mundo de sueños y
fantasías, dándote problemas para conectar con la lógica, la realidad, y
el mundo racional. Como te cuesta concentrar y cerrar energía, puede
que desarrolles una personalidad hiperactiva e híper trabajadora a modo
de defensa de esta sensibilidad, dando a veces la sensación de estar
endurecido, desconectado o distraído. En temas emocionales puede
resultarte difícil ser objetivo. Para canalizar esta desbordante
sensibilidad es muy bueno acercarse al arte y a la música tanto como a
lo esotérico o lo místico y, obviamente, a los trabajos solidarios.
http://www.entremujeres.com/
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