Creencias, Beto Siruelo y Algunos Sueños Para Fin de Año, Feliberto Pérez Del sol.
Published by Buscador under Año Nuevo , ENERGÍA , Esotérico , Espíritu , La mística on 11:45
Sakenaf, Santa Clara, Villa Clara, (FCP). Al acercarse el 31 de diciembre, los cubanos inician, igual a muchos pueblos de este maravilloso planeta, sus planes para festejar la mítica fecha. Bien pocos serán, los que no esperen esa media noche con festejos, pues según la rutina, “Como empieces el año, así será todo el nuevo período”.
Esto último ha hecho a Beto Siruelo, folklorista con residencia limítrofe al campo de tiro que ametralla hoy a Cerro Calvo, plantearme: “Por el bien de los nacidos en esta gloriosa tierra”, se refiere a los hijos de la ciudad que tiene el país en el centro, “ojalá que a esta festividad, no inviten al dios Baco”. Dice esto, porque cada vez, “la figura de este, las hace más degradantes”.
Me ha contado, entre otras cosas, que lo que ve de “despreciable”, no es la celebración en sí, sino el temor a que: “Se pasen el año borrachos, pues eso fue lo primero que hicieron el día de año nuevo y no piensen es nada más”, dicho esto, sonríe inocentemente. Siruelo, raras veces ha acudido al alcohol para “conmemorar algo importante”, él prefiere dedicarle sus “sonetos”.
Está por irse cuando le pregunto si recuerda uno dedicado a “algo importante”, idéntica sonrisa le aflora y responde: “Tengo uno, que te va a gustar. Lo escribí, en febrero de 1991, cuando el Servicio Militar General (S.M.G), lo bajaron a dos años, los reclutas nos alegramos tanto, que nos reunieron para amenazarnos, si hacíamos de aquello una buena noticia”. Dice así:
“Llamaron al pelotón / con inusual prontitud / querían hallar rectitud / y en el recluta coacción / Ignoran, que el escuadrón / ya regó en la multitud / que tras marcial actitud / se esconde un buen notición. Por ello nunca pudieron / quebrantar a los soldados / quienes poco caso hicieron / pues ya estaban informados / ¡si pa´ tres años nos trajeron! / Sólo dos son obligados”.
Me gustó y recordé mis lánguidas jornadas en el S.M.G, sobre todo, cuando llegaba el fin de año y los colegas casados, exponían esto como excusa para estar con su familia. Pasarse esos días en una unidad militar, vestido de verde olivo, acompañado de un fusil ruso AK, equivalía, como plantea la costumbre, “a pasarte el año entero así”.
Menos mal, que la profecía nunca se cumplió, pues estar 365 días en aquellas condiciones, me hubiera llevado a la locura. No obstante, sería bueno, que pasado mañana clareara sin presos políticos, que los ancianos militares que rigen el destino civil del país, se sentaran con quienes de modo pacífico se les oponen y juntos buscaran un futuro de concordia para nuestra Isla.
Que hagamos una fiesta gigante y como para soñar no se puede ser tacaño, donde participen todos los cubanos, abrasen la ideología que abrasen. Que las viejas rencillas de los últimos 50 años se olviden, si las hay más antiguas también, que hagamos un baile de disfraces, con la sola condición de mostrar nuestros rostros y por supuesto, que se cumpla la predicción.
Y cuando miremos atrás, al amanecer del 2 de enero, veamos una Cuba donde no se califique al ciudadano por el tipo de “persona que fue”, sino el que será. Que al pasado no le volvamos la vista, pero, que nunca lo olvidemos, pues nada forjaríamos, que no fuere tolerancia, para rendir verdad y conseguir sentencia en las partes implicadas “en el conflicto”
El arribo del fin de año, es ya sólo cuestión de horas y los cubanos se apertrecharán con lo que encuentren, para la celebración de dicho festejo. Muchos lo esperaran como la mayor fiesta de sus vidas y harán de ella la ocasión de empezar una etapa más próspera, yo, en cambio, quisiera que algunos de los sueños para fin de año antes expuestos, ocurrieran.
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