Tradiciones navideñas arraigadas en Bolivia

Tradiciones navideñas arraigadas en Bolivia


Celebración: La Navidad, la misa de gallo, los adoradores y villancicos, el árbol navideño, el pesebre y Papá Noel son tradiciones importadas que cada año se despliegan en la sociedad boliviana. A pesar de los cambios que han sufrido y su mezcla con ritos locales, algunas permanecen vigentes y son transmitidas por los bolivianos de generación en generación.


Misa de gallo de las 22.00

Una tradición muy arraigada en Bolivia y en algunos países cristianos, cuya práctica no se ha perdido, es la misa de gallo en la víspera de Navidad que, por lo general, se realiza entre las 22.00 y 22.30.

Isabel Velasco, una boliviana que radica en el exterior, recuerda que antiguamente la actividad más atrayente de las fiestas navideñas era justamente esta ceremonia para la cual todas las familias se preparaban con entusiasmo desde muy temprano.

Esta celebración se oficiaba tradicionalmente en los templos de San Francisco y la Catedral, que en ese tiempo era Santo Domingo; también en el Sagrario, hoy iglesia de San Agustín; los Jesuitas; Recoleta; San Pedro; El Rosario y capillas como las de Sagrados Corazones y del Buen Pastor.

Según el texto De la tradición paceña, de Antonio Paredes Candia, el aspecto más tradicional de la misa de gallo de antaño era la presencia de animales en el templo, como ovejas, terneros y hasta burros. Los caballeros llevaban gallos con las cabezas bien tapadas con paños oscuros, para que, al finalizar el ritual, fueran destapados y, al ver la luz, naturalmente resonaban sus quiquiriquís.

El oficio era cantado por un solo sacerdote, acompañado por una conjunto de sacristanes que tenían su grupo de cantores bien entrenado en el manejo de pajarillos, chullu-chullus y tambores. El momento culminante de la ceremonia llegaba cuando a la medianoche las campanillas de plata hacían su descarga acústica anunciando el gloria in excelsis, es decir, el momento en que se recordaba el nacimiento de Jesús.

Los “adoradores” del Niño

Los “adoradores” son comparsas formadas por niños y adolescentes que recorren los barrios populares y las calles cantando villancicos. Sus orquestas están formadas por instrumentos rústicos, tradicionales y de confección doméstica.

Según Antonio Paredes Candia, ofrecen sus servicios donde ven un nacimiento, arreglado. Por esta acción, hoy son remunerados con dinero, lo que antes se hacía con una cantidad de peras o de otras frutas y algunas familias acostumbraban recompensarlos con dulces o con un chocolate, panetón y galletas.

En su libro De la tradición paceña, Paredes señala que algunos dueños de casa tienen mucho recelo porque, como son niños y los nacimientos tienen juguetes, no es raro que durante el baile tomen alguno.

Paredes explica que, antiguamente, las comparsas tenían algunas figuras tradicionales, como el negrito, los pastorcitos y el famoso Malilo, que era un niño escogido al que le colocaban una canasta en la cabeza.

Este grupo infantil interpretaba villancicos tradicionales acompañado de instrumentos como el tamborcillo, la armónica, pajarillos (especie de cafetera con dos picos que se llenan de agua) y los chullu-chullus (sonajas fabricadas de tapacoronas aplanadas y ensartadas en un alambre).

Papá Noel, ¿dios o asiático?

San Nicolás, el Viejito Pascuero, Santa Claus o Papá Noel vive en el Polo Norte y viaja en un trineo, según la creencia popular. Se trata de un personaje legendario que le trae regalos a los niños en la noche navideña.

Según la BBC, aunque es una leyenda antigua vinculada a la mitología escandinava y a dioses como Odín, Thor y Saturno, hay quienes ubican sus orígenes en Asia y se señala que la figura está inspirada en un obispo cristiano, San Nicolás de Myra, quien vivió en el siglo IV en Anatolia, hoy Turquía.

Fue en el siglo XVII cuando la imagen de Santa Claus llegó a Estados Unidos, procedente Holanda, y se difundió en América Latina.

Los medios de comunicación han tenido un papel muy importante en promover este personaje. El Santa Claus regordete y vestido de rojo fue producto de una ilustración del dibujante Thomas Nasts, en 1870.

Sin embargo, hay países donde el Niño es el que trae los regalos, como en Colombia y México, y en Argentina son un aporte de los Reyes Magos.

El pesebre tiene raíz italiana

Entre los historiadores aún no hay acuerdo en torno a la fecha del origen exacto de la costumbre de armar el nacimiento de Jesús con figuras de yeso u otro material. Lo que sí se sabe es que tiene raíces itálicas.

Según el historiador y antropólogo Luis Pérez Armiño, entrevistado por la BBC, las fuentes más fiables dicen que surgió entre los siglos XIV y XV y que tuvo que ver con una serie de representaciones teatrales que iniciaron en la Edad Media.

Posteriormente, estas representaciones que se hacían en las iglesias se fueron sustituyendo por imágenes estáticas.

Luego, dijo, el pesebre llegó a América de la mano de los conquistadores españoles que, acompañados de misioneros, utilizaban la imagen del misterio que resultaba “muy ilustrativa para el proceso de evangelización” que extendieron en estas tierras. Las imágenes eran un recurso valioso para propagar la fe.

“En principio, estas imágenes se hacían en España y se llevaban a América. No es sino hasta el siglo XVIII cuando surge el belén típicamente americano”, afirmó.

En cuanto a la imagen del nacimiento, el historiador señaló que en principio se representaba sólo a la Virgen, a San José y al Niño.

Posteriormente se añadieron los pastores y los Reyes Magos, hasta llegar a las escenas de mercado y de posadas que surgen entre el siglo XVIII y XIX.

Es precisamente en el siglo XVIII cuando el pesebre alcanza su auge, derivado de la tradición de Nápoles, pues es allá donde el belén se convierte en un verdadero arte, pues los mejores escultores participan en su elaboración y la gente lo adopta en sus viviendas.

Las 518 navidades de América

Navidad es una palabra derivada del latín nativitaso, que significa nacimiento. Es una de las principales fiestas cristianas y marca la llegada a este mundo de Jesús de Nazareth.

Sin embargo, nadie sabe a ciencia cierta cuándo nació Jesús y se cree que en la Edad Media los líderes de la Iglesia cristiana, inspirados en los evangelios de San Mateo y San Lucas, fijaron la fecha con el fin de que sus fieles se alejaran de las celebraciones paganas, vinculadas al solsticio de invierno, que se celebraban en diciembre.

Los adornos a esta fiesta se desarrollaron con el tiempo.

Documentos históricos, según publica BBC Mundo, señalan que la primera Navidad celebrada en América Latina tuvo lugar el 25 de diciembre de 1492 y se realizó en La Hispaniola, la isla que actualmente comparten Haití y República Dominicana, hace 518 años.

Virigina Nylander Ebinger relató en uno de sus libros que fray Pedro de Gante le escribe a Carlos V y le cuenta que mantuvo la música de los cantos indígenas pero les cambió la letra a alabanzas.

El árbol nació en Alemania

La tradición del árbol de Navidad tiene raíces germánicas, aunque se le atribuyen diversos orígenes.

Algunos historiadores ubican bases iniciales del árbol de Navidad entre los años 680 y 754, cuando San Bonifacio —que daba un sermón a los druidas— cortó un árbol que simbolizaba el denominado Árbol del Universo, sagrado para los paganos, y en su lugar plantó un abeto que adornó con manzanas y velas como símbolo del amor de Dios.

Entre las diferentes versiones, hay quienes apuntan a que fue en el siglo XVI cuando los cristianos, en Alemania, comenzaron a decorar árboles con luces en sus casas y que el reformador Martín Lutero fue el primero en poner en su hogar un árbol de Navidad.

Este árbol llegó primero a Finlandia a principios del siglo XIX. En Inglaterra, en la década de 1840, el castillo de Windsor exhibió el primer árbol navideño.

Después de su popularización en Europa y Estados Unidos, este peculiar adorno pasó a América Latina, donde es considerado un elemento reciente en las navidades, el cual surgió a mediados del siglo XIX y se ha arraigado con mucha más fuerza en los países donde no existen tradiciones más antiguas.