Yoga y música, dos disciplinas que se alían en la preparación del parto

Laura Lisi y Pilar Tejero han unido sus profesiones, la música y el yoga, en un proyecto común y novedoso: los cursos de yoga para embarazadas acompañados con algunas disciplinas musicales.

Pilar Tejero, que es profesora de yoga en el Centro Kalachacra, vio la necesidad de hacer clases específicas para las embarazadas, "porque tienen otro tipo de necesidad, desde que hay posturas que no pueden realizar, hasta el hecho de que necesitan otras atenciones tanto físicas como internas".

Para poder seguir trabajando con ellas, Pilar Tejero comenzó a buscar información y encontró una línea de trabajo que unía el movimiento y la voz. "Esa información hablaba de posturas de yoga y vocalizaciones y, en concreto, de la vibración".

La esencia de estas clases es el yoga, sin que la música pierda su esencia, de manera que unen lo que realizan. Pilar sabía que Laura Lisi hacía cosas de canto prenatal y se puso en contacto con ella. "Primero empecé a cantar en su coro, el de Santo Domingo, y luego comenzamos a trabajar juntas".

Laura Lisi explica que fue fácil porque al intercambiar experiencias vieron que el trabajo que cada una hacía por su cuenta "tenía los mismos objetivos, la misma orientación, en un caso hacía la voz y la vibración, y en el otro al movimiento y el yoga" y decidieron juntarlo.

La experiencia se puso en marcha hace un año y, aunque comenzó como algo experimental, está funcionando. "Con el recorrido que tenemos y la valoración de las mujeres que han pasado por el curso, hemos confirmado que funciona, y es una forma de vivir el embarazo", apunta Laura Lisi.

Para asistir a este curso, una mujer debe de haber superado al menos los tres primeros meses de embarazo "porque es un periodo de riesgo por si mismo, y por precaución no se puede comenzar antes".

Las clases las imparten ambas y lo que trabajan es el cuerpo, una conciencia corporal.

"Si conoces tu cuerpo le temes menos. Trabajamos las articulaciones, la circulación sanguínea, la respiración, la flexibilidad en la pelvis, se prepara el momento del parto, se trabaja la calma mental..., todo ellos a través del yoga", apunta Pilar Tejero.

Laura Lisi tiende más a las emociones. "Realmente es una clase de yoga, y no hay que imaginarse algo muy distinto, sólo que para potenciar y amplificar la sensación corporal que dan las posturas de yoga o sus movimientos dinámicos, utilizamos la voz; eso quiere decir, que de vez en cuando se hacen vocalizaciones sencillas para sentir cómo la voz es un pontenciador de la sensación y la percepción corporal".

Además del cuerpo, se trabajan las sensaciones, y al respecto señala la voz, "un elemento de vínculo con el bebé muy poderoso porque la primera percepción sensorial que tiene en el útero es hacia el sonido, no auditiva, sino táctil, y siente el sonido como un masaje en su cuerpo, un cosquilleo".

"Y el sonido más fuerte y presente es el de la madre, que llega desde el interior, y si le habla y le canta se crea un vínculo afectivo precoz, y eso lo hacemos cantando canciones, dedicándole canciones al bebé...", añade.

Los beneficios de estos cursos son, a juicio de las mujeres que han vivido la experiencia, muchos.

"El trabajo físico hace que en el momento que empiezan las contracciones y el parto, hay movimientos y tipos de respiración que te pueden ayudar a calmar el dolor o a dirigirlo mejor y estar menos asustada.

Además, la voz es un aliado muy importante en los partos en los que la mujer está libre para moverse y expresarse".

Ambas coinciden en señalar que, controlando los movimientos y la voz, "la mujer es más dueña y consciente de lo que está pasando y de los cambios que experimenta. Acepta el dolor, porque sabe que es funcional, y sabe como gestionarlo a través del cuerpo y de la voz, que a su vez tiene un efecto analgésico".

Voz y movimiento son aliados en el parto y las mujeres que han asistido a estos cursos "continúan haciendo las dos cosas, yoga y van a cantar a cursos para mamás y bebés. Es un bagaje que te queda para el resto de la vida", afirma Laura Lisi.