El misterio de la fuente de Salinas

El cierre del manantial de El Campón está lleno de incógnitas, incluido el cierre de un camino público

Ni Perrier, ni Vichy, ni la glamourosa Fiji Water. Desde tiempos inmemoriales se murmuran las maravillas de la fuente de El Campón, en la localidad de Salinas. Hasta hay quien defiende que dicha agua constituye un elixir de la eterna juventud con potentes poderes mineromedicinales. Pero por arte de birlibirloque, las antiguas bondades se han transformado en insalubridad. Y durante este otoño primaveral, LA NUEVA ESPAÑA ha informado que la asociación de vecinos del municipio ha denunciado el cierre del manantial.

Asimismo hay quien asegura que una sombra espectral asusta a los vehículos que aparcan en la zona y los espanta con reproches: «¡Esta calle es mía!».

Surgen misteriosas pintadas de aparcamiento con rayas amarillas que acotan terrenos «privados» en suelos asfaltados por la autoridad municipal y, por tanto, se presumen de utilidad pública.

Y para más INRI, los empresarios colindantes a la fuente se quejan de falsos vados permanentes -presuntamente ilegales.

Casualmente existen personas que atestiguan que el «espíritu maligno» fue visto tirando piedras contra la techumbre de uralita de una nave hasta provocar goteras.

El autor de la fechoría eligió un día que llovía a cántaros y como resultado de la travesura puso en peligro la continuidad del negocio saboteado.

Así las cosas, con fantasmas de tal calambre se puede suponer cualquier locura. ¿Estará la fuente bajo los efectos de una posesión satánica?

La concejala de Medio Ambiente, Rosana Templado, declaró a este diario el pasado 15 de octubre que se ha abierto una investigación sobre las razones del cerrojo de los accesos a la fuente. Y también puntualizó: «Hace unos meses, a petición de los usuarios, realizamos un plan integral de limpieza tanto del camino como de la fuente, así que no me explico qué es lo que puede estar pasando».

Al día siguiente, la alcaldesa Ángela Vallina justifica el cerrojazo de los caños por su alto contenido en plomo, además de su acidez.

Quizá la edil ignore que se ha presentado una demanda contra el personaje «fantasmagórico» por causar daños materiales de gravedad.

Por lo visto, la concejala verde se encontraba de vacaciones cuando ocurrieron los misteriosos acontecimientos.

Sea como fuere, de repente se detectó que el agua no era potable. En otros pueblos suelen colocar un cartelito anunciando del riesgo.

Por ventura se podría tratar de una contaminación temporal, por todo ello sorprende la drástica medida que consiente la instalación de una puerta de hierro bajo candado con siete llaves. Raro, raro.

De momento, se desconocen las causas reales que han provocado la maléfica situación. Aunque las preguntas sobre el misterio de la fuente pululan por Salinas: ¿Se tratará de una contaminación provocada o fortuita? ¿Habrá que cambiar las tuberías o acudir a las hechiceras? Se supone que las autoridades municipales habrán hecho análisis en los últimos cincuenta años y habrán obtenido mejores resultados.

Desconozco si las históricas aguas fueron utilizadas en los esplendorosos tiempos del cercano Castillo de Gauzón, quizá hasta saciaron la sed de los antiguos orfebres que revistieron de oro y piedras preciosas la Cruz de la Victoria. Todo un misterio que necesita ser aclarado por arqueólogos y científicos.

Por otro lado, «La fuente figura catalogada como patrimonio municipal y cuenta con servidumbre de paso en el plan urbano», según los denunciantes.

«¿Qué pretenderán hacer en un camino público que se cierra a cal y canto? ¿Se convertirá la finca en una futura nave o en un balneario de postín?», se pregunta el pueblo.

Igualmente confunden las misteriosas fotos aparecidas en prensa que no coinciden con la realidad. Las imágenes corresponden a un entorno de chabolas tercermundista que nada tienen que ver con el manantial. Esperemos que los duendes hagan honor a la verdad y junto a este artículo de opinión, remienden la equivocación de dos ocasiones anteriores.

Al menos para tener constancia en la hemeroteca de una imagen veraz del pasado.

En el mundillo político-empresarial sobreviven pequeños dictadores que se creen poder tomar la justicia por su mano.

Afortunadamente en España los jueces tienen la última palabra.

Maquiavelo dejó escrito que aquel príncipe que obtenga el poder mediante el crimen y el maltrato, siendo éste vil y déspota, debe entender que una vez subido al trono debería cambiar esa actitud hacia el pueblo, ya que al fin y al cabo estos serán los que decidan su futuro.