Qué dicen los dibujos de tu hijo?
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Los niños suplen con dibujos su falta de capacidad de diálogo y su dominio limitado de la palabra. Reflejan en cada trazo sus miedos y en cada color sus alegrías. Para los padres es prioritario saber lo que el niño siente, por eso descubre cómo ayudarlo a superar sus temores.
Los miedos de los niños
Con la experiencia vamos adquiriendo recursos que nos permiten ser capaces de solucionar los temores que sentimos en cada etapa de nuestra vida. Sin embargo, los niños no saben cómo enfrentar sus miedos ni cómo superarlos, de ahí que a través de los dibujos y garabatos que dejan sobre el papel le den rienda suelta a sus temores.
La psicóloga y pedagoga Eva Crotti y el psicoterapeuta Alberto Magni han escrito varios libros sobre grafología. En "Los miedos de los niños" exponen cómo podemos descubrirlos a través de sus dibujos. Los autores del libro aseguran que los padres deben tener claro que para vencer la angustia de su hijo no sirven los argumentos lógicos ni los razonamientos, sino reforzar su personalidad con un lenguaje hecho a su medida, como lo es el dibujo.
Cuando un niño pinta
Debemos observar los más mínimos detalles, desde cómo sujeta el lápiz hasta la presión que ejerce sobre el papel.
**Espacio: El Yo está en el centro y las funciones relacionadas con él se incluyen, a la izquierda el pasado y a la derecha el futuro, las esperanzas y las metas.
**Trazos: Cuando el niño dibuja con un trazo fuerte demuestra impulsividad, entusiasmo y necesidad de movimiento. Un trazo débil indica una personalidad sensible y un bajo nivel de tolerancia ante las frustraciones, por lo que bastará poco para que se sienta herido.
**Formas: Las formas redondeadas demuestran una personalidad afectuosa, serena y accesible. Las formas puntiagudas o quebradas reflejan cautela, resistencia y tensión, como consecuencia de una actitud a la defensiva que amenaza al niño. Las líneas demasiado rectas representan un deseo de autonomía de un niño sobreprotegido por sus padres.
El árbol de los niños
El árbol es la proyección simbólica de la imagen de sí mismos, es la estructura de su yo.
**Ramas largas y cargadas de frutas. Es un niño inquieto. Ante esto los psicólogos recomiendan que el contacto de los mayores con el niño no sea brusco, pero tampoco demasiado suave porque él necesita referencias sólidas y seguras para evitar que la inseguridad facilite sus miedos.
**Poco florido, con las ramas cortadas, quizá con un nido. Es posible que dibuje un abeto o un ciprés. Se trata de un niño sentimental, al que las emociones lo determinan. Es muy exigente consigo mismo. Hay que reforzar su autoestima y estimularlo.
**Tronco fino, frágil y largo, ramas débiles, con o sin frutos. Es un niño demasiado dependiente del juicio de los demás, al que cualquier crítica le reduce la confianza en sí mismo. Teme mucho a cometer errores, necesita que sus padres confíen en sus capacidades. Pero no lo deben tratar como a un niño frágil, porque favorecerán en él la inseguridad, que es el origen de sus miedos.
**Tronco alargado y copa poco representada. Es un niño ansioso y desordenado. Si hay estrías a lo largo del tronco, éstas reflejan las cicatrices de heridas sufridas en el pasado. Es un niño muy preocupado por cumplir las expectativas de los padres, cada cosa fuera de lugar le produce preocupación, y a su vez intenta encontrar un antídoto en la transgresión. Una educación rígida desde los primeros años de vida no favorece que el niño adopte las reglas fundamentales del orden.
Image **Base ancha, copa cerrada, sin frutos ni flores, en ocasiones con una escalera apoyada al tronco. Es un niño con cierta apatía y un ritmo más lento para dar lo mejor de sí, lo que no significa que sea un holgazán. Evita prestarle más atención de la debida o atosigarlo con exigencias, pues además de crearle ansiedad, le provocas desinterés. Estimula su mundo afectivo para permitirle demostrar sus sentimientos. No utilices formas duras con él, ya que le provocarás aún más desgano.
Líneas que hablan
Si las líneas son muy marcadas pueden ser marcas de ansiedad o inseguridad, sobre todo si éstas se trasparentan en la otra cara de la hoja. Otro signo negativo es la aparición frecuente de algunos dibujos en sus pinturas ya que ello puede significar que nuestro pequeño sufre algún tipo de perturbación o ansiedad, pero también puede ser una marca de agresividad, inseguridad o tristeza.
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