Visión Budista de Saturno, Urano y Júpiter Segundo Ruiz Gómez
Published by Buscador under Astrología , Astronomía , Júpiter , Saturno , Urano on 7:50
Saturno: El Conservador.
Saturno tampoco difiere mucho en su visión budista de la perspectiva tradicional occidental. Saturno estimula la actitud conservadora. Su colocación influye en una persona al brindarle un acercamiento pragmático y razonable hacia los problemas.
Los aspectos positivos relacionados con Saturno pueden hacer que los nuevos proyectos se desarrollen en forma lenta, pues estimula el deseo de moverse gradualmente hacia nuevas direcciones. Saturno crea la duda. El individuo puede sentir la falta de confianza de una nueva situación. Este planeta busca con desesperación situaciones de seguridad.
La influencia negativa de Saturno provoca que desarrollemos una actitud obstinada, resistencia al cambio, miedo e inseguridad. Un aspecto negativo de Saturno puede ser un lastre para los otros planetas, y hacer que retrocedan temerosos. Este sentimiento de inseguridad es el problema principal. Puede manifestarse por igual mediante comportamientos introvertidos o extrovertidos. La expresión particular depende de la actitud del individuo y de factores relativos a la educación y la presión social.
Los individuos introvertidos resienten la influencia de los aspectos astrológicos tensos que forma Saturno y llegan a identificarse con la debilidad. La persona se identifica con el sentido dubitativo de Saturno y lo acepta, lo que en su forma extrema se traduce en un sentimiento de inutilidad y en baja autoestima. Sin duda una relación negativa con uno mismo.
Un individuo de personalidad extrovertida puede expresar la influencia negativa de Saturno como agresión. Experimenta inseguridad, pero como posee una personalidad extrovertida, esconde tal inseguridad bajo una gran máscara de altanería. Cuando tiene cierta conciencia de sí mismo, sólo se muestra obstinado y resentido con los demás.
Sin embargo para los budistas, la influencia espiritual de Saturno es muy valiosa. Este planeta contribuye al desarrollo de la sabiduría profunda gracias a la aguda percepción que proporciona. Cuando se combina con una actitud meditativa, Saturno es reflexivo y tranquilo. Por eso el lado positivo de Saturno es muy apreciado en el budismo.
Urano.
Desde el budismo, Urano no difiere mucho de su significado en la astrología tradicional occidental. Urano es "revolución", estimula la independencia, originalidad y espontaneidad en ambientes positivos. Urano, es como un rayo que aparece de repente y sin aviso. Da al individuo una expresión propia y espontánea. Otra figura que puede ayudar para entender a este planeta es la de un caballo que corre en total libertad por el campo. No hay cercas, ni bridas que limiten su expresión de libertad. Lo que Urano otorga es ese poder y libertad sin barreras.
Una posición negativa de Urano promueve reacciones caóticas e impredecibles. La persona tiende a actuar de manera desorganizada y fuera de control. Puede sentirse víctima de sucesos inesperados, pues asume que los hechos no se suceden suavemente. La ubicación de Urano en la carta natal puede estar en un área donde la energía se encuentra inquieta y dispersa. Las explosiones breves de entusiasmo y esfuerzo son elementos comunes de la influencia de Urano.
Los practicantes del tantra budista encuentran en la ubicación de Urano un maravilloso estímulo hacia la libertad y el bienestar espiritual, ya que estimula la liberación de los sentimientos. En nuestra sociedad apenas conocemos lo que es realmente la práctica del tantra, tenemos una vaga idea de algunos occidentales que a lo largo de los años han viajado a la india y han aprendido algunos rituales de algún yogui, estos rituales son lo que la mayoría de las personas a las que les preguntas te describirían como tantra, una serie de técnicas de masajes sexuales y meditativas en pareja en las cuales se consigue llegar a alcanzar el estaxis. El tantra es mucho más que simples rituales en los que se practica sexo en pareja.
Voy a explicar lo que es el tantra en el budismo tibetano. Budistas de todo el mundo estudian los sutras que son las palabras sagradas que dijo buda. Los budistas tibetanos además de los sutras estudian los tantras que son las últimas palabras que dijo buda antes de morir.
En las meditaciones los monjes recitan sin cesar oraciones, son los mantras, antiguas formulas sagradas traídas de la india que ni si quiera se han traducido al tibetano, ya que su sonido es mucho más importante que su significado.
Los mantras se repiten 108 o o miles de veces buscando suscitar la apertura espiritual del practicante.
Los mudras son sellos, o cierres de energía se utilizados para alcanzar un nivel espiritual o de conciencia. Cada mudra pertenece a una deidad, y cada deidad tiene su mantra.
El más conocido de todos Om mani padme hum es el mantra de Avalokiteshvara la deidad protectora del Tíbet y la más venerada ya que se reencarnó en el Dalai lama.
En las ceremonias tántricas se realizan los mándalas cuya traducción significa palacio, una técnica de dibujo confeccionado con arena de cuarzo de colores. Los monjes tardan 7 años en aprender las técnicas necesarias para hacer estos mándalas.
Los mándalas son un laberinto que sirve al monje para aprender los secretos de como liberar la mente del ego, y de los objetos de valor, el que consiga llegar al centro del laberinto consigue los que los budistas llaman la iluminación. Los mándalas una vez cumplida su misión natural son destruidos y sus granos de arena disueltos en un río. Nada existe para siempre, ni siquiera los dioses, esa fue la última enseñanza de buda.
Los objetos más importantes del ritual tántrico son el vajra o cetro de diamantes y la campana. El vajra representa la iluminación, la naturaleza indestructible del espíritu, encarna lo masculino. La campana en cambio simboliza la vacuidad, la receptividad, la contemplación, la audición, lo cíclico, encarna lo femenino.
A pesar de que el budismo tántrico tibetano completamente esta enfocado en estos dos tipos de energía una masculina y una femenina, y que en la mayoría de los dibujos y figuras de sus dioses están en posiciones de práctica sexual los lamas conservan el celibato, solo en algunas otras ordenes se les permite a los monjes cuando han llegado a entender la práctica del tantra el poder tener una esposa o seguir conservando el celibato como decisión propia.
Júpiter desde la visión budista.
No difiere mucho acerca de como se ve en la astrología tradicional occidental. Representa la "expansión", el crecimiento y el entusiasmo. Sus dimensiones físicas lo hacen el segundo objeto más grande de nuestro sistema solar. Su periodo de rotación es el más rápido de todos los planetas e, incluso, tiene luz propia. Su naturaleza astrológica se refleja en estos atributos físicos. La influencia de Júpiter en la carta natal genera optimismo, buena voluntad y entusiasmo. Esa influencia estimula la claridad de lo que es posible. El movimiento que hace un individuo hacia la posición de Júpiter en la carta natal se ve como una especie de luz, lo que resulta atractivo y excitante. El tipo de optimismo que muestra Júpiter lo refleja Su Santidad el Dalai Lama cuando dice:
Soy optimista en relación a la evolución de la humanidad en busca de la madurez. Durante todo el siglo pasado, nadie hablaba de ecología, la gente sólo pensaba en el desarrollo material. Algunos de los problemas a los que se enfrenta hoy en día el ser humano, como el terrorismo, son consecuencia de su pasado, ya que actualmente todo el mundo está en contra de la violencia".
Júpiter genera un sentido de generosidad porque el compartir es una relación con los objetos materiales. Su influencia negativa puede hacer que nos saturemos de actividades motivados por el deseo y la ambición. También puede causar que una persona proyecte expectativas poco realistas, inapropiadas para situación aun cuando parecieran positivas. Un último aspecto negativo de Júpiter es que pone un énfasis positivo, lo que puede provocar que se pasen por alto las fallas potenciales de un proyecto.
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