Revitaliza tu casa en 12 pasos

La entrada del Sol en el grado cero del signo Aries señala el principio del año solar, el regreso de la luz y el inicio de las estaciones. En el hemisferio Norte este es el momento en el que comienza la primavera y en el hemisferio sur corresponde al solsticio de verano. El término latino de equinoccio alude al echo de que, a partir de esta fecha, la luz diurna y nocturna se equiparan cada vez más, ganando poco a poco la duración del día a la de la noche hasta llegar a su máximo grado en la fiesta de San Juan, el 24 de junio, la noche más corta del año.

Este momento es idóneo para potenciar los nuevos comienzos y atraer buenas vibraciones a tu vida, por ello te proponemos aquí un programa de doce pasos para que purifiques tu casa de todo cuanto ya no te sirve y que te impide progresar. Las propuestas están basadas en la ciencia milenaria del Feng Shui (viento y agua), experta en armonizar los espacios interiores y convertirlos en una fuente inagotable de poder para nuestras vidas.
1. Encuentra los focos de energía negativa
Siéntate a solas en una habitación tranquila de tu casa y medita en silencio. Desarrolla tu sensibilidad hacia la presencia de energía hostil y descubre dónde está escondida dentro de tu hogar: en ese montón de revistas y periódicos con noticias malas que acumulas en un rincón del pasillo, en el fondo del armario en esa colección de cajas que guardan zapatos inservibles, en los trastos viejos que no acabas de decidirte a tirar o en esas esquinas de la mesa que te clavas al pasar. Ten a mano un papel y un bolígrafo y escribe el programa que vas a seguir. Ponte plazos. Puedes elegir, por ejemplo, ordenar una habitación cada sábado y así el trabajo te resultará más fácil. Escribe en una lista todo lo que necesitarás para desarrollar la limpieza energética: bolsas de basura, pintura, muebles nuevos, estanterías, material de limpieza, etc.

2. Apunta todo lo que necesitas
Entra en cada habitación y apunta en tu lista lo que necesitas para mejorar esos espacios. Escribe qué debe cambiarse y qué debes tirar. Si crees que te vendría bien un poco de ayuda, procura encontrarla en otros miembros de la familia o en tus amigos. Decide por qué habitación comenzarás. Lo mejor es empezar por la habitación que te importe menos y dejar la más trascendental para el final. Así te asegurarás de que acabarás el trabajo. Y no olvides dedicar un lugar que no esté de paso o un armario –vaciado previamente– para acumular en él todo cuanto quieras reparar, tirar o vender.

3. Deshazte de las cosas viejas
Es sorprendente la cantidad de cosas que acabamos almacenando en una casa. Son cosas pequeñas o grandes, útiles o simplemente divertidas o que nos recuerdan determinados momentos de nuestras vidas. Lo cierto es que todo este montón de objetos, cuando están desordenados, tienen el mismo efecto en nuestra vida que los pensamientos caóticos en nuestra mente. Nos bloquean y nos impiden fluir. No nos dejan disfrutar del espacio y acaban por abrumarnos o irritarnos sin que seamos en muchas ocasiones conscientes de ello. Decidir qué es basura y qué no lo es, es algo que solo te incumbe a ti. Ponte en marcha.

4. Limpia las habitaciones
Compra sacos de basura grandes y fuertes para comenzar tu trabajo. Realiza la limpieza, mientras escuchas música relajadamente, sin prisas. Comprobarás que es algo terapéutico. Si te cuesta decidir qué tirar y qué guardar, no te bloquees. Guarda el objeto en cuestión para tirarlo más adelante. Pero procura no quedarte con nada que te traiga malos recuerdos o de lo que te hayas cansado, incluso aunque sea muy valioso: véndelo o regálalo. Con el tiempo descubrirás que hacer este tipo de limpieza una o dos veces al año hace que lleguen a tu vida energías más positivas y que gozarás de una mayor salud.

5. Pinta tu casa
Si hay habitaciones que requieren una mano de pintura, no se la escatimes. El mejor color es el blanco porque tiene una energía luminosa que ejerce un efecto saludable sobre el organismo y pacificador en la mente. Pero si prefieres colores más divertidos, procura elegirlos en tonos pastel y mejor que sean iguales en toda la casa, porque así los espacios te parecerán más grandes y despejados. Al pintar piensa que estás quitando capas de energía estancada de tu vida y poniendo nuevas capas protectoras y renovadoras.

6. Abre las ventanas
Las ventanas son muy importantes para que una casa sea saludable. No olvides limpiarlas por dentro y por fuera, incluyendo persianas, poyetes, marcos y cristales. Si tienes algún balcón o la posibilidad de poner plantas, aprovecha la estación y compra macetas con flores de colores vivos que traerán alegría a tu hogar. Lava también las cortinas y cuelga cristales facetados de sus barras, así al entrar la luz derramará sobre tu casa sus propiedades revitalizadoras y curativas.

7. Ordena los baños
Cuida especialmente los baños. Tira todo lo que hay viejo e inservible en ellos. Pon toallas del colores neutros a ser posible, o al menos todas del mismo color para que la energía del baño no sea muy activa. El sistema utilizado por el Feng Shui otorga mucha importancia a esta zona de la casa, pues un baño ordenado impide que nuestra vida sea caótica. Si tienes alguna grifería en mal estado, es el momento de arreglarla. Y es que si las cañerías de tu casa pierden agua, tu dinero se irá fácilmente por el desagüe. Limpia también todos los suelos de la casa y repáralos con productos nutritivos, como la cera si son de parqué, o desinfectantes y abrillantadores si son de otro material. Una superficie despejada bajo los pies hace que la energía que entra por la puerta se deslice por toda la casa, otorgando más poder a quienes habitan en ella. Si tienes alfombras, no te olvides de airearlas.

8. Ilumina con lámparas
Adquiere pantallas nuevas para las lámparas de mesa, si las que tienes ya están estropeadas. y cuida las luces indirectas porque son muy importantes para iluminar los rincones oscuros de tu casa –símbolos en realidad de los rincones oscuros de tu mente o de tu vida–. Una pequeña lámpara con una luz verde situada en la parte sureste de tu hogar activará la energía de la prosperidad y la riqueza, haciendo que tus ingresos aumenten. Si tienes pasillos estrechos, despéjalos de todo aquello que interrumpa el paso e ilumínalos. Así tu casa se inundará de energía.

9. Decora tu vida
Pon cojines nuevos o lava las fundas de los que ya tienes y pon al día también la tapicería de los sofás o cúbrelos con fundas blancas. Haz lo mismo con las colchas de las camas. Si quieres tener suerte en el amor, despeja de trastos viejos la esquina de la derecha opuesta a la puerta de entrada de tu dormitorio. Si tienes en ella un armario, procura que todo esté en orden dentro de él. Y deposita dos corazones o cualquier otro símbolo romántico.

10. Despeja los espacios
Otorga a cada cosa un sitio y evita tener trastos por medio, porque bloquean el fluir de la energía y la convierten en negativa. Confiere un lugar de honor a los objetos que te han hecho feliz en la vida o a las fotos de tus familiares más queridos. Pon en el salón un jarrón con flores y en la cocina un frutero con frutas frescas de temporada para proteger tu salud y la de tu familia.

11. Realiza un ritual de los cuatro elementos
Deja que el viento (Aire) y la luz del Sol (Fuego) entren en tu casa abriendo las puertas y las ventanas. Pon copas de Agua en cada habitación, ya que este elemento tiene el poder de absorber las partículas de polvo. Y quema incienso de sándalo o mirra para purificar el ambiente (Tierra).

12. Purifica tu mente
Vuelve a la habitación donde empezaste el trabajo. Siéntate o túmbate. Respira profundamente. Dirige tu mente hacia cada estancia de la casa. Nota cómo ha cambiado el espacio en ellas. Siente cómo tu hogar se ha convertido en una nueva piel que te envuelve, te protege, te sana y trae a tu vida todo aquello que necesitas para seguir adelante con nuevas fuerzas.

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