Argentina y Uruguay. Navidad en el Río de la Plata

Argentina y Uruguay no sólo comparten la proximidad territorial, hay características y tradiciones culturales que les son comunes. Ambos, amantes del Tango, del Mate, del Dulce de Leche y del Asado, comparten las costumbres culinarias y el modo en que realizan las celebraciones.


La Nochebuena calurosa se presta perfectamente para el típico asado. El asado es la cocción de la carne vacuna, de cerdo o pollo, en una parrilla que se coloca sobre las brasas (no en llamas) de carbón o de leña.



Es costumbre que lo preparan los hombres, mientras degustan un buen vino y comparten una agradable charla entre familiares o amigos.

Mientras eso ocurre, las mujeres preparan la mesa, la ensalada que acompañará al plato estrella, el asado.



Esta es una costumbre muy frecuente, no sólo para las fiestas de diciembre, sino en cualquier momento del año. Por eso, muchos prefieren un menú especial. En ese caso, el protagonista de la cena es un pavo, un lechón, un pollo, que puede ser relleno o no.


Este plato va acompañado de algunas ensaladas típicas, más frescas para esta época del año. Lechuga, tomates y cebollas aliñadas con sal, aceite y vinagre ó limón, según las preferencias. También es muy elegida la ensalada de radicheta, que tiene un sabor amargo, a veces acompañada con zanahorias rayadas. Son un verdadero manjar.

También es común servir vitel thoné, un plato frío que consiste en rodajas finas de carne tierna sobre la que se pone una porción abundante de una salsa de atún con crema, un toque de mostaza y con alcaparras.


Algunos prefieren el pionono, un arrollado de morrones, queso, salsa golf, palmitos, jamón o atún y otros ingredientes.


Todo se acompaña con un buen vino y los niños toman refrescos con gas de cola o naranja.


Después de la cena acpmpañados con champaña o sidra y se sirven los turrones, confites y frutas secas, como parte de la tradición que fue llevada por inmigrantes españoles. Todo en abundancia, chocolates, garrapiñadas de almendras, nueces, avellanas, castañas.



No hay Navidad sin el típico pan dulce que es el modo en que llaman al panettone, parte de la tradición llevada por los inmigrantes italianos. La pastelería en el Río de la Plata, es de excelente nivel y se consigue muy fácilmente pan dulces de primera calidad. Los hay rellenos de frutas abrillantadas, nueces, almendras, castañas, avellanas y piñones. Hay otros sólo con frutos secos y sin fruta abrillantada. Otros con chispas de chocolate.

Suele servirse también el clericó que es una ensalada de frutas de estación, cortadas en pequeños trozos, en sus jugos y con un poco de zumo de limón o naranja.



También es muy común y casi infaltable, el helado, que aunque suma algunas calorías a la ya suculenta cena, aporta algo de frescura.



Cuando dan las 12, se brinda y todos se saludan con un beso, deseándose, uno a uno, una “Felíz Navidad“.



Es el momento en que comienzan a escucharse estruendos de cohetes, petardos y de ver en el cielo los fuegos artificiales, que la gente, lanza desde sus casas o desde la vereda de su calle.